La titular de la Secretaría de Energía (SENER), Luz Elena González, presentó las nuevas leyes secundarias que refuerzan la soberanía energética de México al revertir los efectos de las reformas neoliberales implementadas desde 1992, las cuales, afirmó, buscaban la desaparición de las empresas públicas del Estado y la privatización descontrolada del sector energético.
Desde Palacio Nacional, González destacó que estas reformas “dan continuidad a los esfuerzos iniciados en la administración pasada” y buscan asegurar que la energía sea tratada como un insumo estratégico para el bienestar de la población, y no como una mercancía más.
“Estas reformas, podemos decir, este paquete de reformas secundarias, son la base que faltaba para garantizar un sector energético fuerte, confiable, sustentable, pero teniendo como centro la soberanía nacional y la justicia social”, declaró en el marco de la conferencia matutina de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
En su presentación, la titular de la SENER destacó la inclusión de seis leyes principales y la ‘armonización’ de otras cinco, entre ellas la Ley de la Empresa Pública del Estado Petróleos Mexicanos, la Ley de la Empresa Pública del Estado Comisión Federal de Electricidad, la Ley de Planeación y Transición Energética, la Ley del Sector Eléctrico, del Sector Hidrocarburos y la Ley de la Comisión Nacional de Energía.
“Gracias a estas modificaciones podremos contar nuevamente con instrumentos de planeación seguros y vinculantes de mediano y de largo plazo para coordinar e impulsar y regular el desarrollo del sector y también la transición energética”, aseguró.
Explicó que tras la desaparición de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se dará paso a la creación de la Comisión Nacional de Energía (CNE), un órgano desconcentrado de la SENER con independencia técnica y operativa.
La nueva legislación también va en línea con la recuperación de PEMEX y CFE como empresas públicas, hecho que pone fin al modelo de privatización implementado en la reforma energética de 2013, fortaleciendo el papel del Estado en la provisión de servicios estratégicos, señaló González.
“Con esta reforma desaparecen las subsidiarias que eran empresas privadas dentro de las empresas de CFE y donde el control de la empresa era muy complicado de realizar. Y en el caso de CFE horizontal y verticalmente, terminando con la absurda, estricta separación legal que les impuso la reforma de 2013 y que obstaculizaba su operación eficiente en favor de todos los mexicanos”, dijo.
El fortalecimiento de la petrolera nacional también se reflejará en la mejora de la trazabilidad de los hidrocarburos, garantizando la entrega de información desde la entrada de combustibles hasta su distribución. Además, la reforma contempla la creación de un régimen fiscal simplificado para PEMEX, con el objetivo de disminuir su carga fiscal y aumentar su rentabilidad, así como la recuperación de la industria petroquímica y la producción de fertilizantes gratuitos.
En cuanto al sector eléctrico, se define el concepto de “prevalencia” para la CFE, asegurando que esta entidad mantenga al menos el 54% de la generación eléctrica en el país. Además, se establece la justicia energética como un principio fundamental para reducir las desigualdades en el acceso y uso de la energía.
González concluyó su mensaje destacando que estas nuevas reformas establecen los mecanismos claros para la participación de la iniciativa privada, con nuevos esquemas de generación de energía y la definición de reglas transparentes para su integración en el sector energético.