Roxana Muñoz, Vicepresidente Senior Analyst de Moody’s, expresó recientemente su preocupación sobre los riesgos asociados a la diversificación de negocios en Petróleos Mexicanos (PEMEX), luego de que Víctor Rodríguez Padilla, próximo director general de la petrolera asegurará que ésta buscará incursionar en energías renovables.
En el ‘Moodys Inside Latam México’, evento anual de la calificadora, Muñoz señaló que la diversificación no es un fenómeno exclusivo de la compañía mexicana, sino una tendencia que ya se observa en otras petroleras de la región, como Petrobras y Ecopetrol, que han ampliado su enfoque más allá de la exploración, producción y refinación.
Sin embargo, para PEMEX, esta diversificación presenta tanto oportunidades, pero también grandes desafíos.
“Es algo que podría ser positivo desde la perspectiva ambiental, ya que permite a las empresas reducir sus emisiones, lo cual se ha vuelto una prioridad en la industria”, afirmó Muñoz. No obstante, advirtió que aún no está claro cómo se financiarán los proyectos y cuál será el impacto financiero para la empresa estatal mexicana.
Muñoz destacó la necesidad de definir claramente el modelo de financiamiento para los proyectos de diversificación de PEMEX. Aunque se ha discutido la posibilidad de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se asocie con PEMEX para llevar adelante estas iniciativas, aún no está claro de dónde provendrán los fondos.
“Se necesita un nivel significativo de inversión, y aún no sabemos si vendrá de privados, de asociaciones público-privadas (PPPs) o de otras fuentes”, agregó.
Destacó que, si los proyectos no están adecuadamente financiados, podrían aumentar las necesidades de liquidez de PEMEX, una compañía que ya enfrenta dificultades financieras. Esto plantea una serie de incógnitas que deberán resolverse antes de que la diversificación pueda considerarse un éxito.
Con respecto al cambio en la dirección de PEMEX, Muñoz afirmó que aún es temprano para para determinar si será positivo o negativo. ya que todo depende de las decisiones que se tomen a futuro.
Además, subrayó la importancia de posibles cambios en el ámbito fiscal, especialmente en relación al Derecho de Utilidad Compartida (DUC), un impuesto que grava a la empresa.
Muñoz explicó que cualquier modificación en el DUC, que ha sido progresivamente reducido en los últimos años, requeriría cambios legislativos.
“Una reforma fiscal que incluya una reducción en la tasa del DUC podría aliviar la presión financiera de PEMEX, disminuyendo su necesidad de liquidez. Sin embargo, todo dependerá de cómo se estructure dicha reforma”, añadió.
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