El anuncio del próximo gobierno, relativo a que dejará de exportar petróleo en el mediano plazo, reduciría los ingresos del país, lo que podría repercutir en la calificación soberana nacional y de Petróleos Mexicanos (Pemex), estimó Moody’s.
El Analista Soberano para México de Moody’s, Jaime Reuche, explicó que de concretarse esta medida habría menores ingresos petroleros para el país, lo que puede tener repercusiones sobre las cuentas fiscales nacionales y debilitar las finanzas de Pemex.
“Si ya el nuevo plan energético que está proponiendo el gobierno causa algo de preocupaciones en el mediano plazo por Pemex, esta medida -si es que se hace efectiva, de suspender las exportaciones de petróleo- sin duda va a pegarle a las cuentas fiscales y quita un recurso importante”, añadió.
En audioconferencia desde Nueva York, refirió que los ingresos petroleros para el gobierno federal representan más del 2.0% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que gran parte de este recurso desaparecería, dejando las cuentas fiscales un poco más vulnerables.
Precisó que no es una preocupación de corto plazo debido a que México ha tenido un desempeño fiscal favorable en los últimos años, y hay espacio para absorber inicialmente la posible pérdida de recursos por el impacto que tendría dejar de vender crudo al exterior.
No obstante, en el mediano plazo se presionarían bastante las cuentas fiscales, si es que no se dan medidas para reemplazar esos ingresos, por lo cual muy probablemente tendrían que ser recortes al gasto, aunque ésta no parece consistente con la agenda del nuevo gobierno, o un incremento de la base o la tasa de los impuestos.
“Esto sin lugar a dudas nos deja con algo más de preguntas que respuestas en cuanto al horizonte de mediano plazo de las perspectivas de las cuentas fiscales”, añadió Reusche.
Destacó el hecho de que el gobierno mexicano saliente haya tenido muy buenos resultados con tratar de disminuir la dependencia de los ingresos petroleros, “en buena hora se dio eso porque empieza a cambiar la estructura de cómo funciona el gobierno y cómo se transfieren los ingresos a las cuentas fiscales desde Pemex, o si es que se cortan esos ingresos”.
Consideró que el efecto de dejar de exportar crudo sería mucho mayor si no se hubiera reducido esta dependencia petrolera, los cuales en 2012 representaban 34% de los ingresos totales del gobierno federal, y en 2017 bajaron a 10 por ciento.
“Si se da esta medida y no se dan las medidas para compensar, entonces sí vemos un panorama bastante complicado para las cuentas fiscales y presión para la calificación del soberano”, dijo al precisar que no hay una fecha para tomar alguna acción sobre la nota soberana de México.
Actualmente Pemex tiene una nota de Baa3 con perspectiva estable y México de A3 con perspectiva estable.
Además, comentó, aún es muy temprano para emitir alguna opinión sobre el desempeño del nuevo gobierno, por lo cual la calificadora internacional esperará a partir del segundo semestre de 2019 para evaluar cómo evolucionan las políticas públicas y las medidas que se van a tomar.
Por su parte, la analista líder de Pemex en Moody’s, Nymia Almeida, dijo que ante la eliminación de las exportaciones de petrolero, la empresa quedaría expuesta a mayor volatilidad de tipo de cambio, ya que sus ingresos por la venta de gasolinas serían en pesos mexicanos.
Esto, mientras que 87% de su deuda por 104 mil millones de dólares, a junio de 2018, está denominada en dólares estadounidenses y otras monedas duras.
La especialista comentó que este plan del nuevo gobierno también pudiera forzar a Pemex a importar crudo, situación que sumaría todavía más a los riesgos cambiarios y de flujo de efectivo a la empresa.
Con información de Notimex.
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