La incorporación de un Plan Nacional de Electromovilidad en México evitaría la emisión de 10.4 millones de toneladas de CO2 a 2030, consideró Frost & Sullivan en el análisis realizado en conjunto con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
La consultora referiré que la incorporación de unidades híbridas y eléctricas en México impactaría positivamente en el periodo 2016-2030, pues se dejarían de emitir 15.8 toneladas de gases de carbono bajo un escenario neutral. Sin embargo, al incluirse un esquema de incentivos, este sumaría 10.4 millones de CO2, para concluir el periodo con una disminución total de 26.2 millones de toneladas.
“(…) una política integral de promoción de vehículos híbridos y eléctricos ligeros puede contribuir con aproximadamente el 9.3 por ciento del compromiso total de México en materia de reducción de emisiones de CO2”, indicó en el Resumen Ejecutivo: ‘Recomendaciones para una Política Nacional de Electromovilidad’.
Asimismo, Frost & Sullivan prevé que en 2030 se alcance la venta de 316 mil 856 unidades con esta tecnología, lo cual representaría una penetración de 19.1 por ciento del total de ventas de vehículos ligeros en el país sin implementar una política nacional de incentivos. En caso, contrario, esta cifra podría elevarse hasta en un 38.9 por ciento.
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Para lograrlo, es necesario promover una política nacional que promueva incentivos fiscales con una reducción de 4 por ciento para vehículos híbridos y eléctricos, así como del ISR para personas físicas y empresas.
Este modelo también incluye la promoción de precios competitivos entre los vehículos con esta tecnología y los de combustión interna, el despliegue de mayor infraestructura de carga pública en ciudades y puntos de carga rápida en carreteras.