La crisis climática, ocasionada en gran medida por las emisiones contaminantes de los combustibles fósiles, demanda soluciones que ayuden a avanzar hacia una transición energética, aunque eso amerite reemplazar la fuente de energía que ha contribuido por años con el desarrollo del mundo entero.
En la industria del transporte, los vehículos eléctricos fueron en su momento una gran alternativa para contribuir con el medio ambiente, sin embargo, el hidrógeno verde, posee alta densidad másica, hecho que ofrece mayor autonomía que la electricidad y una recarga más rápida.
A la par, cuenta con potencial para almacenar energía igual que una batería, lo que sin duda beneficia a los trayectos largos.
La molécula de hidrogeno tiene alta densidad energética por unidad de masa: tres veces más que la gasolina y 120 veces más que las baterías de litio.
El origen
El proceso más eficiente de producción del también conocido como hidrógeno renovable o e-Hydrogen es mediante la electrólisis, un proceso que consiste en la descomposición de las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2).
Sin embargo, cuando se aplica una corriente eléctrica externa como la energía solar o eólica, la electricidad renovable se almacena en forma de hidrógeno, mientras que el oxígeno se envía a la atmósfera o puede ser comercializado como un subproducto.
Tendencia
El uso del H2 en la movilidad se aprecia desde aquellos coches que usan hidrogeno en un motor de combustión modificado hasta los que usan una pila de combustible, es decir, usa tanques de hidrógeno donde se efectúa un proceso electroquímico que genera electricidad, que queda almacenada en una batería, y agua, la cual se libera al exterior en forma de vapor.
La nueva era
Convencidos de que el desarrollo de una industria de energía sostenible requiere un replanteamiento y la energía renovable ya no se produce solo donde se necesita, sino donde los recursos naturales como el viento y el sol están disponibles en grandes cantidades, Siemens Energy apostó por la creación de nuevas cadenas de suministro para transportar energía renovable de una región a otra.
Ejemplo de ello es “Haru Oni”, una planta instalada en la región de Magallanes en Chile, diseñada para aprovechar las excelentes condiciones del viento del país, producir combustibles sintéticos e-fuels no contaminantes y abastecer una demanda de los vehículos de la marca Porsche en Alemania.
“Con este proyecto movimos la energía verde de Chile a Alemania”, destaca en entrevista con Energy21, Daniel Mendoza gerente de desarrollo de proyectos de generación de energía en LAM en Siemens.
Para este caso concreto, añade Mendoza, fue necesario ocupar CO2 (Dióxido de carbono) para crear metanol, un combustible que por sí solo puede servir para ‘alimentar’ a los vehículos, sin embargo, Porsche requería un mayor octanaje para sus unidades.
“Se llevó otro proceso para tomar el aire de la atmósfera y mediante un proceso físico químico se obtuvo gasolina sintética”, comenta.
El uso de energía renovable y la captura de dióxido de carbono de la atmósfera lo convierten en un combustible neutro en carbono (Net Zero) cuando se quema; no produce nuevas emisiones de Gases de Efecto Invernadero ya que sólo devolvería el CO2 captado para su fabricación.
“Esta aplicación no es para ahorro de CO2, sino que se evita la producción de CO2; mantiene la economía sin impactar el ambiente”, subraya Mendoza.
La apuesta de Siemens es lograr mover 50 millones de litros de este combustible a Alemania en 2024 y alcanzar los 550 millones de litros para 2026.
La transición hacia esta nueva era de combustibles avanza, revoluciona día a día aunque está claro que faltan detalles por solucionar y no son la solución definitiva a la crisis climática actual. Lo que es digno de celebrarse es que empresas automotrices se interesen por nuevas alternativas que al menos abran un espectro de esperanza.
Comenta y síguenos @Energy21Mx