La energía eléctrica es un insumo indispensable para todos los sectores de la actividad económica en México, debido a sus fuertes encadenamientos productivos. Esta energía representa menos del 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB) y cerca del 80% del sector de electricidad, agua y gas. Por ello, se hace indispensable abordar el balance entre los combustibles fósiles como principal insumo para la generación eléctrica y el impacto de las nuevas tecnologías para el desarrollo de energías limpias.
Gerónimo Ugarte Bedwell, Economista Senior de BBVA Bancomer destaca que se espera que la implementación de los proyectos de las tres primeras subastas de largo plazo, así como la mejora en la red de transmisión y las nuevas inversiones públicas y privadas generen un crecimiento en el sector 22 que corresponde a la generación, transmisión y distribución de electricidad, agua y gas de 2.6% para 2018 y de 3.7% en el 2019.
Explica que en BBVA Bancomer se analizaron los encadenamientos en la producción de electricidad a través del cálculo de un índice a partir de la matriz insumo- producto, del cual se obtuvo como resultado que “la electricidad es el noveno subsector más encadenado en México, dentro de los 78 incluidos en el estudio”, ocupando el cuarto lugar en lo que se refiere a actividades secundarias, detrás de las industrias química y de derivados del petróleo y de la extracción de petróleo y gas.
“Es inminente que la inversión en México incluya la generación de electricidad por medio de energías limpias”, sentencia.
El economista precisa que en un estudio publicado en noviembre de 2018 “la capacidad instalada de energías limpias representó un 28.8% del total en 2017, mientras que en generación bruta la participación fue de 21.1%”.
Las energías limpias renovables como las tecnologías hidroeléctrica, eólica, geotérmica y fotovoltaica, así como la generación por medio de bagazo, biogás y la tecnología híbrida aportaron un 15.7%; en ese mismo año, las no renovables, como la cogeneración eficiente y la tecnología nuclear, así como la generación por medio de licor negro, aportaron un 5.4% a la generación eléctrica nacional.
Estos resultados hacen inminente que la inversión en México incluya la generación de electricidad por medio de energías limpias pues, de acuerdo con Ugarte, esto garantizaría el cumplimiento de las metas definidas en la ley de transición energética, mitigaría las variaciones en los precios de combustibles fósiles a nivel nacional y promovería el crecimiento económico en un entorno de sustentabilidad.
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