La extracción de petróleo y gas generó en 2017 el 2.4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. A pesar de ello, la industria ha permanecido en crisis por varios años y no ha logrado escribir una historia diferente en lo que va de 2018.
La crisis en este sector de la actividad industrial se ha extendido por 14 años, apuntan cifras originales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y durante el primer semestre de este año, registró una caída acumulada de 7.47% anual.
Con este resultado, la extracción de petróleo y gas se ubicó como la tercera rama con mayor descenso en producción al interior del Índice de Actividad Industrial, que concentra a un total de 30 sectores.
La fabricación de productos derivados del petróleo y carbón, subsector de la industria manufacturera, fue la rama de actividad con la contracción más alta del periodo. Respecto al primer semestre de 2017 su producción cayó 25.6%, señalando el descenso más severo para esta actividad desde que el Inegi tiene registro, a partir de 1994.
Los servicios relacionados con la minería, que concentran las actividades exploración de minerales metálicos, no metálicos, o de hidrocarburos como el gas natural y el petróleo, fueron el segundo sector que reportó más pérdidas, con un descenso acumulado de 7.54% en la primera mitad del año.
En total, de las 30 ramas que conforman el sector secundario, 12 observaron bajas en la producción de estos seis meses, comparándolas con el año pasado. Cinco de ellas están relacionadas con el sector energético, por ejemplo, la industria del plástico y del hule, y la de fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica.
Sin embargo, la producción industrial del país cerró el primer semestre con un marginal crecimiento de 0.3%, en contraste con la pérdida de 0.5% de un año atrás.
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