El aumento de los costos operativos y la incertidumbre del financiamiento de sus planes de inversión ponen a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en un escenario de riesgo crediticio prolongado, consideró Moody’s Investors Service.
La calificadora externó su preocupación por el vínculo que la Comisión mantiene con el gobierno federal, pese a que las finanzas públicas de México se encuentran en deterioro, la compañía seguirá beneficiándose directamente de ellas pues es considerara un área de importancia estratégica.
Asimismo, la interrupción en el suministro de gas natural el pasado mes de febrero, ocasionó una volatilidad en los precios y un aumento de dos mil 500 millones de dólares en los costos operativos de la empresa productiva del Estado.
“México no cuenta con una infraestructura resiliente de almacenamiento de gas natural, y la crisis evidenció la falta de preparación de la CFE para este tipo de eventos, lo que hace que el país sea vulnerable a cortes de suministro”, detalló en un comunicado.
Ante ello, la compañía anunció que hará inversiones de hasta tres mil 500 millones de pesos para la infraestructura de almacenamiento de gas natural para aumentar las reservas del combustible.
Moody’s también consideró riesgoso el plan de negocios que tiene la CFE a 2026, pues de los 381, 500 millones de pesos que contempla, el 53 por ciento está destinado a proyectos de generación de energía, el 20 por ciento a transmisión, el 20 por ciento a distribución y el resto a telecomunicaciones y otras actividades.
Sin embargo, las inversiones para aumentar capacidad de generación incrementarán la dependencia del país al gas natural y, el aumento de la capacidad hidroeléctrica enfrentará riesgos a futuro por la disponibilidad del líquido vital.
En tanto, las consideraciones ambientales, sociales y de gobierno corporativo mantendrá un riesgo moderado, por lo que Moody’s consideró una Puntuación de Impacto Crediticio de CIS-3 para la CFE, aunque la calificación podría incrementar su calificación negativa a futuro.
La compañía indicó que la Comisión se hizo acreedora a una calificación de Baa1 negativa, mientras que la perspectiva es negativa y la base crediticia de referencia es de ba2.
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