La agencia calificadora Fitch Ratings dio a conocer que bajó dos niveles las notas de calificaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las calificaciones de Fitch Ratings para Pemex quedan de la siguiente manera.
– Escala nacional de largo plazo a ‘AA(mex)’ desde ‘AAA(mex)’;
– Escala nacional de largo plazo para las emisiones de Certificados Bursátiles (CBs) denominadas PEMEX 11-3, PEMEX 12U, PEMEX 13, PEMEX 13-2, PEMEX 14, PEMEX 14-2, PEMEX 14U, PEMEX 15U y PEMEX 16 a ‘AA(mex)’ desde ‘AAA(mex)’;
– Escala internacional moneda extranjera Issuer Default Rating (IDR) a ‘BBB-’ desde ‘BBB+’;
– Escala internacional moneda local IDR a ‘BBB-’ desde ‘BBB+’;
– Escala internacional a bonos internacionales en moneda extranjera a ‘BBB-’ desde ‘BBB+’;
– Escala internacional a bonos internacionales en moneda local a ‘BBB-’ desde ‘BBB+’;
Al mismo tiempo afirmó la siguiente calificación de Pemex:
– Escala nacional de corto plazo en ‘F1+(mex)’.
Fitch informó que la baja en las calificaciones de Pemex refleja el deterioro continuo del perfil crediticio individual de Pemex y la baja a ‘CCC’ desde su anterior calificación de ‘B-’, como resultado de una generación negativa persistente de flujo de fondos libre (FFL) junto con una subinversión en exploración y producción. Fitch proyecta que la compañía reporte un FFL negativo de entre tres mil millones de dólares (mdd) y cuatro mil millones para 2018 y 2019.
Este déficit en flujo de efectivo está subestimado y sería significativamente mayor de entre 12 mil mdd y 17 mil mdd por año, incluye aproximadamente entre nueve mil millones y 14 mil millones anuales de inversión adicional, que es el monto que Fitch considera que se debería de invertir para reponer reservas.
La agencia cree que este monto de inversión es suficiente para detener la caída anual de producción si es eficientemente invertido. Fitch también espera que Pemex reporte una razón de deuda total a reservas probadas (1P) de aproximadamente 15 dólares de deuda por barril (bbl) para el año 2018 y que el apalancamiento ajustado entre FGO continúe sobre las 10 veces (x), lo que para Fitch corresponde a insolvencia.
El deterioro del perfil crediticio individual de Pemex a ‘CCC’ ha llevado a que Fitch baje su evaluación sobre el incentivo por parte del gobierno mexicano para apoyar a la compañía a “fuerte” desde “muy fuerte”, lo que resultó en una calificación internacional menor en dos niveles a la del soberano.
Fitch continúa evaluando la fuerza de la propiedad y control del gobierno hacia la compañía como “muy fuerte” y el historial de soporte como “moderado”. La valoración mencionada resulta de la extracción de cantidades importantes de fondos de Pemex por parte del gobierno, lo que restringe la evaluación de soporte de Fitch.
Una transferencia continua de fondos al gobierno mexicano junto a una subinversión persistente y FFL negativo podrían resultar en una revisión de la evaluación futura de Fitch sobre los incentivos de soporte por parte del gobierno a Pemex por debajo de “fuerte”, lo que resultaría en una presión negativa de las calificaciones.
En opinión de Fitch, la medida recientemente anunciada por el gobierno mexicano para apoyar a Pemex no es suficiente para contrarrestar el reciente deterioro en el perfil crediticio individual de la compañía. Durante los últimos dos meses el gobierno de México anunció una inyección de capital por 25 mil millones de pesos (mdp), así como una reducción en las transferencias al gobierno por 11 mil mdp en 2019 y que se espera que crezca a 66 mil mdp para 2024.
La inacción continua por parte del gobierno mexicano para prevenir un deterioro en la calidad crediticia individual de Pemex hasta llegar a niveles de ‘CCC’ en escala internacional, detiene a Fitch de considerar que los incentivos para soportar a Pemex por parte del gobierno sean muy fuertes.
La agencia ha revisado este factor para considerarlo ahora como fuerte. La reacción lenta para fortalecer el perfil crediticio individual de Pemex es un indicador de que el gobierno ha fallado en reconocer, uno o ambos, la viabilidad del perfil financiero de la compañía y/o la importancia estrategia que representa la compañía para el gobierno y el país.
Una situación financiera estresada en Pemex tiene el potencial de interrumpir el suministro de combustibles líquidos en todo el país, lo cual podría tener consecuencias sociales y económicas significativas para México. México es un importador neto de combustibles y la compañía depende de la importación de productos básicos de petróleo, incluyendo gas seco, productos petrolíferos y petroquímicos, para abastecer la demanda local.
Durante 2018, Pemex importó aproximadamente 70% de la gasolina y diésel vendidos en México. Además, una situación financiera estresada en Pemex podría tener implicaciones en la capacidad del gobierno o de otras entidades relacionadas con el gobierno de obtener financiamiento.
La Perspectiva Negativa de Pemex refleja la Perspectiva Negativa de México [BBB+ Perspectiva Negativa], así como el hecho de que el perfil crediticio individual de Pemex pueda continuar deteriorándose por debajo de la calificación actual de ‘CCC’. El perfil crediticio individual de la compañía puede continuar deteriorándose como resultado del nivel persistentemente alto de transferencias de fondos al gobierno mexicano, que resulta en una generación negativa de FFL e incrementos de deuda lo cual son un impedimento para el nivel de inversiones.
El FFL de la compañía continúa siendo negativo a pesar de sus esfuerzos por reducir costos e inversiones en activos; se espera que el apalancamiento ajustado entre FGO termine 2018 cercano a 10x y la razón de deuda total a reservas probadas (1P) alcance 15 dólares/bbl. Si el gobierno mexicano no evita que el perfil crediticio individual de Pemex se deteriore por debajo de ‘CCC’, en opinión de Fitch, indicará que el gobierno no reconoce la importancia estratégica de la compañía para el país y se podrían generar acciones negativas de calificación para Pemex.
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