El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) advirtió el riesgo que corre la refinería de Dos Bocas si es que el nuevo gobierno insiste en construirla en el estado de Tabasco, siendo uno de los mayores, una posible inundación por lluvias o fuertes oleajes.
Así lo expuso la institución dirigida por Marco Osorio Bonilla en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) regional publicada la noche de este martes, en la cual también se destacan riesgos por otros fenómenos naturales, tales como erosión de la playa, peligro sísmico y volcánico.
Adicionalmente, el escrito parcialmente puesto a disponibilidad del público, cita los principales impactos identificados por las actividades de preparación del sitio, construcción, operación y mantenimiento del proyecto en al menos siete rubros: agua, aire, suelo, geomorfología, vegetación, fauna y socio-económico.
A través de la metodología basada en la Matriz de Leopold, el estudio arrojó 56 impactos adversos en el área de estudio: 40 en la preparación del sitio; 10 en la construcción y seis en la operación y mantenimiento.
“La evaluación de la etapa que presentó la mayor afectación, es la etapa de preparación del sitio, sin embargo, las actividades involucradas son de corta duración y están en función de la duración de la etapa, es decir, en la mayoría de los casos, los efectos adversos de las actividades cesarán una vez que esta etapa quede concluida”, justifica el documento.
Este mismo reconoce que las actividades que causan los efectos más importantes serán el desmonte, despalme y las actividades de mejoramiento de suelo.
“Aunque el desarrollo del proyecto provocará afectaciones moderadas al ambiente, estas serán controladas, mitigadas o compensadas mediante diferentes sistemas de control ambiental, programas de manejo y de rescate y reubicación de fauna, así como programas de reforestación”, apunta sin ahondar la publicación.
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