
Para que las mujeres ganen el espacio que merecen en el sector energético, el desafío actual va más allá de romper el techo de cristal o de reconocer la apertura de la comunidad masculina que por muchos años mantuvo una hegemonía.
Hoy, el verdadero cambio debe gestarse de manera interna, es decir, fortalecer la autoconfianza que habita en cada mujer y desvanecer con una transformación de pensamiento aquellas ‘creencias limitantes’ que frenan su desarrollo personal y profesional.
Así lo refiere Lucía Egea, vicedecana de IE Business School, un referente del liderazgo femenino que considera la existencia de 2 tipos de barreras (externas e internas) que intervienen en el crecimiento de las mujeres no solo en el sector energético, sino en todos los ámbitos.
El primero de ellos, señala, son los condicionantes sociales y culturales, incluyendo la discriminación laboral, las diferencias salariales persistentes y los sesgos culturales en el puesto de trabajo.
La segunda barrera es más compleja al ser…
Continúa leyendo el artículo en la Revista E21 de octubre 2025.
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