Organizaciones que integran la Alianza Mexicana Contra el Fracking emitieron un posicionamiento en contra del uso de gas natural para proyectos de la actual administración federal, pues ello contradice la política de transición energética de Claudia Sheinbaum.
Detallan que la presidenta de México propuso atender la seguridad energética y la emergencia climática en el país, puesto que el uso de este hidrocarburo tiene efectos negativos para el medio ambiente debido a que calienta hasta 80 veces más el planeta que el CO2.
Asimismo, precisan que el desarrollo de infraestructura de gas aumentará la dependencia del país con Estados Unidos, dado que ellos importan el 90% de este combustible para generación eléctrica.
“Nuestra matriz energética ya depende severamente del gas, 71% de la electricidad es generada por este combustible fósil. Se necesita reducir este porcentaje, no incrementarlo”, se lee en el comunicado.
Añaden que, a principios de la actual administración se anunciaron proyectos que encendieron las alarmas entre las organizaciones de acción climática y medio ambiente.
Entre los proyectos que consideran peligrosos están la construcción de plantas termoeléctricas por la quema ininterrumpida de gas y la contaminación del aire.
Lo anterior también generó inconformidad en algunas comunidades como El Salto y Juanacatlán en Jalisco.
En tanto, la iniciativa privada planea la construcción de terminales de exportación de gas natural licuado proveniente de Texas hacia Europa y Asia.
“(…) el traslado del gas en grandes buques destruye las economías locales, que dependen de la pesca o el turismo, y pone en grave riesgo a las especies marinas que habitan esas zonas, incluyendo a 31 especies de cetáceos”, señalan.
Por otra parte, refieren que el Proyecto Saguaro generaría emisiones equivalentes a las de Suecia y Portugal en conjunto.
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