“El riesgo de no ponernos al día con una política pública que motive y acelere la adopción de energías limpias es que las armadoras busquen hacerlo en otros países porque es un tema de eficiencia y competitividad para las empresas”, comentó.
El especialista destacó que nuestro país tiene grandes oportunidades para la atracción de inversiones con este modelo, sin embargo, también es necesario que genere las condiciones adecuadas para mantener la existente.
“Nos preocupamos por atraer inversión, pero la inversión extranjera que ya está aquí la dejan que se rasque como pueda y se lo he preguntado a las autoridades ¿Dónde está el seguimiento a la inversión que lograste atraer?”, expresó.
Por su parte, Kenneth Smith Ramos, Socio de Agón Consultores, señaló que nuestro país debe promover un modelo de cooperación entre las autoridades y la iniciativa privada para impulsar al sector energético, pues ello lo haría más competitivo.
“La energía es un elemento que afecta de manera horizontal a todos los sectores, entonces debemos dejar atrás el falso debate de que hay dos opciones, es decir, darle todo a los privados o fortalecer al sector público. Creo que debemos regresar a una visión constructiva público-privada que trabaje en la modernización del sector energético.
Valeria Moy, directora General del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), externó su preocupación por la caída de México en los niveles de competitividad a nivel global, ya que en los análisis de la OSAN, nuestro país se coloca en la posición 56 de 64, destacando la eficiencia gubernamental y la infraestructura como sus principales debilidades.
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