Playa del Carmen, Quintana Roo.- Pareciera que México prefiere mirar de soslayo el debate sobre qué tecnología habrá que adoptar de cara a los retos de movilidad sustentable para el transporte de mercancías que demanda el cambio climático.
Y es que mientras la Unión Europea se decanta por pasar del diésel al hidrógeno verde, y una dubitativa Norteamérica parece inclinarse más por la movilidad eléctrica, nuestro país como dependiente tecnológico, ha dejado libre el camino de la política pública para que el mercado determine lo económicamente conveniente, sin considerar el impacto significativo que cualquier camino que se tome, tendrá sobre el desarrollo de infraestructura.
Pero, para qué preocuparse sí así ha sido también en lo que respecta a los vehículos de diésel. Las normas ambientales aceptadas son las que aplican en los Estados Unidos (EPA), y las de la Unión Europea (EURO).
Dichas NOM´s aplican exclusivamente para los vehículos nuevos, pero en nuestras carreteras circulan camiones de carga con hasta 30 años de antigüedad, lo que nos lleva al promedio de 20.17 años actual de la flota, lamentaron empresarios convocados por la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP) durante el reciente Foro Nacional del Transporte de Mercancías.
De cara a la incorporación de nuevas tecnologías que marcas como Kenworth, Freightliner, Scania, International y nuevas firmas asiáticas que están llegando, pareciera que México será un país donde la ruta que se adopte será la de los Estados Unidos por simple conveniencia de economía de escala.
En Europa, las razones de peso para privilegiar el hidrógeno verde, es que se puede perfectamente alcanzar los 450 kilómetros de autonomía con un depósito lleno en un vehículo de transporte de mercancías de hasta 37 toneladas de peso, sin necesidad de repostar combustible.
Además, según Toyota y Hyundai, el tiempo que se tarda en repostar un depósito de hidrógeno se calcula entre ocho y 20 minutos de acuerdo con las pruebas realizadas a sus nuevos motores eléctricos con pila de combustible de este energético.
En el caso de los vehículos eléctricos, los tiempos de carga más rápidos se calculan en 3.5 y 4 horas.
Realidad alterna
Sin embargo, esos dilemas los enfrenta el mundo avanzado. En el Foro, los expertos de las marcas y la ANTP, centran sus ojos en el obsoleto parque vehicular nacional y la falta de una política pública que no hace por sacar de circulación a vehículos tan viejos.
“Tenemos rémoras que están circulando en nuestras carreteras, que representan un peligro para nuestra seguridad y que encima son chimeneas de humo a la atmósfera”, advirtió el vicepresidente de la ANTP, Edgar Chahín.
Para una asociación promotora permanente de la productividad en el transporte de mercancías, esta ineficiencia se traduce en…
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