México tendrá un menor avance en materia de energías renovables dentro de las principales economías de América Latina hacia 2030, pues se espera que alcancen una participación de 46 por ciento en la matriz energética, cifra por debajo de lo esperado para Brasil, Chile, Colombia y Perú, indica un informe de Standard & Poors.
Al final de esta década Chile será el líder de la región con una participación de 80 por ciento de las renovables en su matriz energética, Brasil observará 78 por ciento, Colombia 77 por ciento, y Perú 54 por ciento, destaca el documento “Transición energética y su impacto en los precios de la energía en América Latina”.
México estará solo por encima de Argentina, la cual se espera que observe un nivel de 40 por ciento de participación en energías renovables hacia 2023.
Además, todos los países analizados por S&P, con excepción de México, tienen el objetivo de lograr la eliminación de las emisiones contaminantes hacia el año 2050.
S&P prevé que los precios de los combustibles fósiles seguirán siendo un elemento determinante de los precios de la energía en México y, en menor medida, la inclusión de capacidad renovable al sistema, y la oferta y demanda nacional y regional en general.
En este contexto, proyecta que los precios de la energía en el mercado mayorista disminuirán en los próximos 12 a 24 meses a medida que los precios de las materias primas bajen a alrededor de 40 dólares por MegaWatt por hora desde un promedio de 50 dólares por MegaWatt por hora en 2022.
“Esperamos que la capacidad nominal de las energías renovables aumente alrededor de 8 GigaWatts para 2026. Esto también respaldará la caída de los precios de la energía en los próximos años”, indica.
Sin embargo, no prevé que los precios de la energía caigan significativamente a medida que las energías renovables no convencionales ingresen al sistema porque las plataformas de carga base compensarán el aumento en la capacidad renovable, y proyecta que el aumento en la demanda probablemente se cubrirá principalmente con centrales de ciclo combinado de gas natural.
Por último, dada la falta de claridad sobre las grandes inversiones en la red de transmisión en México, esperamos que las brechas de precios entre regiones continúen e incluso se amplíen a medida que aumenta el riesgo de restricción en la transmisión, explica.
“Consideramos que los precios para regiones de alta demanda (con baja oferta de energía), como la Península de Yucatán, serán significativamente más altos que el promedio y podrían aumentar si surgen cuellos de botella en la transmisión, y los precios se mantendrán bajos en regiones con un alto suministro de energía renovable”, añade.
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