El hidrógeno verde es uno de los temas de la agenda energética y ambiental en muchos lugares del mundo y México no está fuera. Cada vez requerimos como sociedad más energía para desarrollarnos, previendo un aumento de la demanda energética global de 25 a un30 por ciento para el 2040, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Hasta ahora la oferta energética está enormemente soportada por carbón y petróleo que emiten grandes cantidades de CO2, afectando al clima y la salud. Los retos de descarbonización del planeta por lo tanto proponen para el 2050 el uso de energías limpias accesibles, eficientes y sostenibles como lo es el hidrógeno verde.
El hidrógeno no está libre en el ambiente, hay que producirlo porque está adherido a otras moléculas como el agua. Para extraerlo es necesario aplicar energía eléctrica para separar sus elementos mediante la electrólisis y para que sea catalogado como hidrógeno verde, esta electrólisis debe provenir de fuentes de energía renovables, como la solar o eólica.
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Al liberar su energía que ha acumulado emitirá cero gases de efecto invernadero, ya que solo emite vapor de agua, cumpliendo su misión de descarbonización del planeta y produciendo un combustible que una vez almacenado, podrá ser usado posteriormente para diversas actividades como son el uso doméstico, la generación de electricidad, transporte y el uso industrial de sus derivados como el amoniaco y metanol.
¿Cuál será el costo de implementar un cambio radical de uso de energía contaminante a una limpia?
En un futuro se espera que reduzca su costo actual principalmente por cuatro razones: la primera de ellas está asociada a sus ventajas energéticas ya que un kilogramo de hidrógeno equivale a dos mil 78 kilogramos de gasolina, a dos mil 80 kilogramos de gasóleo y a unos tres kilogramos de gas natural.
La segunda se refiere a la imposición de un correcto impuesto ambiental al CO2, hecho que aumentaría el costo de los combustibles fósiles y el impulso de normas obligando el uso de alternativas bajas en carbono.
En tercera instancia se encuentra el precio promedio de las energías renovables, el cual está disminuyendo rápidamente por economías de escala en la tecnología de generación solar, eólica y electrolizadores.
Finalmente…
¡No te quedes a medias! Continúa leyendo el texto en la versión digital de la Revista Energy21 edición Febrero 2023.