Bajo un contrato de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (CSIEE), Grupo Carso formará parte del controversial proyecto de gas en aguas profundas Lakach, en el Golfo de México, con una inversión de mil 200 millones de dólares, según lo precisa un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a principios de julio pasado.
Su participación en Lakach desconcierta a propios y extraños al tratarse de un yacimiento que precisamente por los grandes riesgos y desafíos económicos asociados, fue catalogado como inviable en 2012 y suspendido por Petróleos Mexicanos (PEMEX) en 2016 en un contexto internacional de caída de precios del crudo.
Para Alejandra León, directora de Upstream para América Latina de S&P Global, el proyecto nuevamente se vuelve relevante debido a la dependencia de México de gas importado de Estados Unidos que abona, en consecuencia, al tema de seguridad energética y al deseo mismo de PEMEX de aprovechar inversiones realizadas previamente, consideradas como “costos hundidos”, es decir, un gasto que no se puede recuperar.
Esto ha permitido que el análisis económico se enfoque únicamente en los costos futuros y en la rentabilidad del proyecto en adelante. Cabe señalar que esta estrategia ha sido crucial para obtener la aprobación de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que ha visto viabilidad en el proyecto bajo este nuevo enfoque.
No obstante…
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