La inminente extinción de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) provocará una caída de inversiones en el sector energético, debido a que las empresas tendrán cautela al momento de destinar sus capitales mientras se aprueba el próximo modelo regulatorio, afirmaron expertos.
“Puede haber una disminución interesante en inversiones del sector, porque si una empresa tenía la intención de poner una nueva estación de servicio, lo lógico es se me espere a ver qué aprueban, porque no sabe si el día de mañana esa inversión esté detenida”, dijo Isidro Fernández, vicepresidente de la AMPES.
Sin embargo, consideró que el Gobierno está consciente de este impacto negativo y tratarán de atenuarlo mediante la legislación secundaria, en donde no se debe de perder el enfoque de piso parejo para todos los actores del mercado.
Por otro lado, consideró que la extinción del organismo no debe provocar un periodo de “silencio administrativo”, ya que sus funciones y regulaciones deben seguir ejecutándose para dar certidumbre al sector.
“No es viable un silencio administrativo porque hay riesgo inminente de dejar a medias temas y trámites que afectarían incluso a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”, sostuvo.
Añadió que, una vez que se apruebe la desaparición del organismo regulador, el Congreso de la Unión tendrá 90 días para aprobar la legislación secundaria y las reformas al reglamento de la Ley de Hidrocarburos.