La plataforma de comercio electrónico Justo cerró sus operaciones en México, poniendo fin a uno de los proyectos más visibles del boom de startups de supermercado en línea que se aceleró durante la pandemia.
“Hemos tomado la difícil decisión de cesar las operaciones de Justo a partir del 15 de diciembre de 2025. Esta decisión responde a factores financieros, operativos y estratégicos”, informó la compañía.
“Queremos agradecerte sinceramente por habernos acompañado. Gracias por confiar en una forma distinta de hacer el súper, por elegir productos más frescos, apoyar a productores mexicanos y creer, junto con nosotros, que era posible hacer las cosas mejor”, añadió.
El cierre confirma las dificultades estructurales que enfrenta el modelo de “quick commerce” y grocery digital en el país, marcado por altos costos, márgenes reducidos y un entorno de financiamiento mucho más restrictivo.
Justo nació en 2019 como una startup mexicana de supermercado 100% digital, con un modelo basado en centros de distribución propios (dark stores), entregas programadas y control directo de inventarios.
Su propuesta buscaba diferenciarse de las plataformas de entrega tradicionales al eliminar intermediarios, ofrecer precios más competitivos y garantizar disponibilidad de productos frescos. Durante la pandemia, el modelo ganó tracción rápidamente, impulsado por el confinamiento y el cambio de hábitos de consumo hacia el comercio electrónico.
Sin embargo, el crecimiento acelerado también expuso sus debilidades. A diferencia de otros segmentos del e-commerce, el supermercado en línea opera con márgenes muy estrechos, costos logísticos elevados y alta complejidad operativa.
Mantener inventarios, gestionar perecederos y cumplir ventanas de entrega implica inversiones constantes en tecnología, almacenes y personal, lo que presiona el flujo de efectivo incluso en escenarios de alto volumen.
A ello se sumó el cambio en el contexto macroeconómico y tecnológico. A partir de 2022, el capital de riesgo se contrajo a nivel global, particularmente para startups intensivas en capital y con rentabilidad de largo plazo.
En México, diversas firmas de análisis han documentado cómo el financiamiento para plataformas de delivery, grocery y quick commerce se redujo drásticamente, obligando a ajustes, despidos y, en algunos casos, cierres definitivos.
Justo también enfrentó competencia creciente, pues grandes supermercados tradicionales reforzaron sus canales digitales, mientras que marketplaces y apps de entrega ampliaron su oferta de abarrotes, apalancándose en bases de usuarios ya consolidadas y en modelos logísticos más flexibles. Esta competencia hizo más difícil sostener una propuesta diferenciada sin incrementar costos o sacrificar márgenes.
En los últimos años, varias plataformas de delivery y quick commerce han reducido operaciones o salido de mercados en América Latina, ajustando expectativas frente a un entorno menos favorable para el crecimiento financiado por capital.
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