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Falta de agua y cambio climático amenazan a 20 estados en México: S&P

El estrés hídrico y sus efectos relacionados con el cambio climático podrían volverse más severos y afectar a 20 entidades federativas hacia el año 2050, casi el doble de las entidades que ya padecen este flagelo, señala un reporte de la calificadora Standard and Poor´s (S&P).

 

Actualmente, los estados con mayor exposición a estrés hídrico son 11: Baja California y Baja California Sur en el norte, Aguascalientes en la región del Bajío, la Ciudad de México, México, Morelos, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas y Guanajuato, explica el reporte “Más estados mexicanos podrían verse afectados por estrés hídrico en 2050”.

 

En caso de continuar con un escenario climático de emisiones contaminantes moderadas que supone un aumento de 2°C en la temperatura mundial promedio para 2050, el estrés hídrico aumentará y 9 entidades se sumarán a esta lista: Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y San Luis Potosí en el norte; Querétaro en la región del Bajío; Tlaxcala e Hidalgo en el centro; y Colima y Jalisco en la costa del Pacífico.

 

“Los factores ligados al crecimiento demográfico o a actividades económicas sensibles al agua amplifican la vulnerabilidad de los estados al estrés hídrico”, indica el análisis.

 

Por lo tanto, la población y la estructura económica son elementos clave que determinan la exposición a este tipo de estrés. En las industrias sensibles a los problemas del agua se encuentran la agricultura, la producción de alimentos y bebidas, la fabricación textil, los productos químicos, la construcción, la fabricación de automóviles, la generación de energía y el turismo.

 

“Los estados mexicanos cuyas economías ya se centran en gran medida (con más del 40% de la actividad) en las industrias sensibles al agua son Baja California, Sonora, Chihuahua y Zacatecas, en el norte, y Aguascalientes en el Bajío”, destaca.

 

Los distintos niveles de exposición al estrés hídrico pueden influir en el crecimiento económico a largo plazo de México ya que, sin medidas para crear resiliencia ante la amenaza, una alta exposición puede conducir a la escasez de agua.

 

“A medida que la exposición al estrés hídrico aumenta, el crecimiento económico podría verse limitado entre los estados vulnerables, como los de la región norte de México, el Bajío y la zona metropolitana de la Ciudad de México”, advierte S&P.

 

Al mismo tiempo, la alta exposición de estrés hídrico podría intensificar las presiones políticas y económicas para incrementar los gastos relacionados con el agua.

 

“Basándonos en las observaciones presentadas en este artículo, consideramos que la necesidad de que México invierta en infraestructura hídrica aumentará a medida que se incrementen los riesgos relacionados con el agua”, indica el informe.

 

Destaca que  el costo de estas inversiones y la incapacidad de proporcionar a la población un acceso garantizado a este recurso podrían limitar el potencial crecimiento económico del país.

 

“Consideramos que a medida que se reduzcan las fuentes de agua dulce y aumente la población, la escasez de agua influirá en el desarrollo económico, la migración y la inversión en infraestructura pública en México”, sostuvo.

 

Según datos de la CONAGUA, casi dos tercios de la superficie del país son áridos o semiáridos, y la escasez de agua se está convirtiendo en un problema cada vez más urgente, así como en una amenaza potencial para la vitalidad económica y financiera de los gobiernos locales, añadió. 

 

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Yolanda-Villegas