El cuidado del medio ambiente, el acceso a permisos para operar, el cambio climático, el alza de costos, los ataques cibernéticos, entre otros, serán los principales retos que enfrentará la industria minera y de metales en este año, señala un reporte de Ernst & Young.
“Durante este año, las expectativas de los inversores y stakeholders han experimentado un aumento significativo, acelerando el proceso de transformación. En este contexto, la construcción de confianza y la comunicación efectiva del valor pueden ser determinantes para evolucionar la imagen de la marca del sector y lograr una diferenciación impactante”, afirma Marcos Lopes, Socio Líder del Centro de Excelencia en Minería para EY México.
En materia de medio ambiente, social y gobernanza (ESG), las áreas que requieren mejoras se centran en el impacto en las comunidades locales, la gestión de residuos y el manejo del agua. Esto impulsa a los mineros a contemplar diversas cuestiones y a expandir sus habilidades para abordarlas de manera eficiente.
Respecto a las necesidades de capital, indica que las empresas están incrementando sus inversiones en materias primas consideradas esenciales para el futuro, como el cobre, litio y níquel, mientras simultáneamente se desprenden de activos vinculados al carbón.
En cuanto a las licencias para operar es crucial que los mineros construyan confianza, forjen un legado de valor a largo plazo, colaboren estrechamente con las comunidades y establezcan relaciones sólidas con los pueblos originarios, como un punto central para este impacto positivo.
Respecto al cambio climático, el impulso de la agenda de descarbonización y la creciente atención a la notificación de emisiones están generando una nueva urgencia para intensificar los esfuerzos de mitigación frente al cambio climático.
“Aunque las empresas de minería y metales han mejorado su enfoque de este desafío con el tiempo, aún hay oportunidades para perfeccionar sus prácticas. Por ejemplo, mediante la inversión en fuentes de energía renovable, la divulgación obligatoria de emisiones y la colaboración entre empresas del sector”, indica.
Sobre la digitalización y la innovación, EY menciona que la presión inflacionaria ha acelerado el desarrollo tecnológico en el sector minero, donde las empresas se centran en herramientas digitales para mejorar la productividad, la seguridad y la sostenibilidad.
Se prevé un notable aumento en la inversión digital para 2024 y próximos años, enfocado principalmente en automación de procesos, inteligencia operativa, plataformas de datos para monitorear, tomar decisiones y optimizar temas relacionados a ESG y producción, centros de operaciones integrados y otros, aprovechando la convergencia tecnológica actual y rápida evolución y madurez de las soluciones digitales, explica.
En materia de costos y productividad, el mayor costo del capital puede retrasar el desarrollo de nuevos suministros, y el desafío de gestionar y buscar eficiencia en la utilización del capital es tan importante como atraerlo. La digitalización y los nuevos modelos de gestión de proyectos son fundamentales para dar credibilidad, gestionar riesgos y asegurar los retornos financieros esperados.
La geopolítica también es otro reto para la industria, EY explica que es crucial instar a las empresas mineras a integrar el riesgo geopolítico en su planificación estratégica general. Esto implica fortalecer la resistencia de la cadena de suministro, establecer sólidos vínculos con el gobierno y las partes interesadas, colaborar con grupos comerciales e industriales, y explorar incentivos gubernamentales.
Dentro del aspecto de la ciberseguridad, advierte que es uno de los retos más difíciles para el sector, pues el uso de la nube presenta complicaciones adicionales en términos de seguridad. La dependencia de terceros y proveedores añade complejidad, y abordar el factor humano como un problema complejo requiere una planificación sistemática. Para superar estos desafíos, se necesita un mayor respaldo ejecutivo y la cooperación integral de todas las áreas involucradas.
En los modelos de negocio, explica que los modelos tradicionales pueden exponer a las mineras a riesgos de interrupción. La oportunidad para estas empresas reside en redefinir sus modelos de negocio para alcanzar un valor óptimo, centrándose más en los clientes que únicamente en las materias primas.
El último reto es la fuerza laboral. Las empresas de minería y metales se encuentran ante la mayor escasez de talento de su historia; por ello, resulta imprescindible la transferencia de conocimiento para abordar la falta de experiencia. Además, es esencial inspirar y desarrollar el talento como medida clave para mejorar las tasas de retención.
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