La insuficiente generación de electricidad y disponibilidad de agua son dos elementos que podrían frenar la recolocación de las inversiones extranjeras en México (nearshoring), señala un reporte de Grupo Financiero Base.
“La infraestructura de México representa un reto por la posibilidad de que no haya suficiente agua y energía eléctrica en el futuro para las empresas que migren al país. Con todo esto, México limita el aprovechamiento de la oportunidad del nearshoring. Con políticas económicas adecuadas el país podría estar viviendo su momento histórico mexicano”, destaca el informe.
Explica que el nearshoring puede materializarse a través de nuevas inversiones o de incremento en la capacidad de planta de empresas ya instaladas en el país.
En México, debido al crecimiento acelerado de las exportaciones en el periodo post pandemia, hay sectores que tienen una capacidad de planta utilizada que alcanzó máximos históricos como la fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de electricidad.
“Para seguir produciendo y exportando es necesario el aumento en la capacidad de planta instalada”, indicó.
Por otro lado, advierte que México se encuentra compitiendo con otras economías para atraer la inversión extranjera. Países de Europa del Este, Asia, e incluso Sudamérica, también ofrecen oportunidades atractivas para el nearshoring.
El reshoring, es decir, el retorno de las operaciones comerciales a su país de origen, en este caso, principalmente a Estados Unidos, también está cobrando impulso. Las empresas están reconsiderando la descentralización de sus operaciones y ahora optan por mantenerlas más cerca o dentro de casa, para un mayor control.
Por lo tanto, aunque México cuenta con varias ventajas, es indispensable que continúe mejorando su infraestructura, estabilidad política y económica, seguridad pública y su marco institucional para generar confianza y mantener su atractivo para la inversión extranjera en este mercado cada vez más competido.
En el periodo post-pandemia (2020-2022), México se sitúa como la segunda economía con mayor recepción de inversión extranjera directa entre los países de América Latina, siendo superada por Brasil que ha logrado recibir 70 por ciento más inversión extranjera directa que México (medida en dólares corrientes).
“No obstante, analizando el promedio de las variaciones porcentuales anuales de la inversión extranjera directa en el periodo post-pandemia, resalta que México se encuentra entre las más bajas. Incluso Estados Unidos ha logrado aumentar sus flujos de inversión extranjera en mayor proporción que México”, destaca.
“Esto es, en lugar de trasladarse a México, algunas compañías estadounidenses están prefiriendo regresar sus operaciones a Estados Unidos”, añade.
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