En 2022 México tuvo que importar el 54.8 por ciento del consumo nacional de energía secundaria, ante la insuficiente producción interna, informó la Sener.
La energía secundaria es aquella que requiere de un proceso de transformación, como las gasolinas, el diésel o la turbosina; el índice de autosuficiencia energética en este rubro fue de 0.45 por ciento, manteniendo su valor respecto al año previo, indica el documento “Balance Nacional de Energía 2022”.
La producción bruta de energía secundaria obtenida de los centros de transformación fue, 1.37 por ciento menor que lo reportado en 2021; las coquizadoras y hornos, produjeron un 3.71 por ciento menos, lo equivalente al 0.35 por ciento del total de la producción de energía secundaria generada.
El 89.54 por ciento correspondió a coque de carbón y el restante 10.46 por ciento a gases industriales derivados del carbón (gas de alto horno y gas de coque).
En las refinerías y despuntadoras se observó una producción incremental de energéticos secundarios derivados del petróleo del 13.86 por ciento como parte de los resultados de la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación.
La producción en las refinerías y despuntadoras equivale a un 44.52 por ciento de la producción total de energía secundaria, la cual se compone principalmente de combustóleo con 34.50 por ciento, gasolinas y naftas con 30.52 por ciento, diésel con 19.75 por ciento, y el resto corresponde a gas seco, querosenos, coque de petróleo, gas de alto horno, entre otros hidrocarburos.
Las centrales eléctricas produjeron 3.16 por ciento más que la reportada en 2021. Las centrales de CFE fueron las que aportaron más con un 40.79 por ciento, seguido de las centrales de Productores Independientes de Energía (PIE) con un 28.09 por ciento, las plantas Generadoras con permiso basado en la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) generaron el 15.66 por ciento, y las centrales de autoabasto aportaron el 9.57 por ciento.
Comenta y síguenos @Adri_Telecom @Energy21Mx