El robo de combustible a los ductos de Pemex o huachicol está retomando fuerza, pues en 2022 las pérdidas se dispararon 156 por ciento al sumar 18.7 mil millones de pesos, señalan datos del informe financiero de la empresa.
Se trata del monto más alto de pérdidas en lo que va de este sexenio, a pesar de que el gobierno federal emprendió una estrategia para combatir este delito.
Las bandas del crimen organizado sustrajeron ilegalmente el equivalente a 51 millones de pesos por día, en promedio; el total de pérdidas equivalen al presupuesto de la Fiscalía General de la República (FGR) para 2023, organismo que se encarga de la procuración de justicia e investigación de delitos a nivel federal.
El informe financiero de Pemex señala que el robo de combustibles promedió un total de 6.1 mil barriles por día en 2022, lo que representa un alza de 69 por ciento en comparación con los 3.6 mil barriles robados en 2021.
Se trata también de la mayor cantidad de barriles robados de la que se tenga registro desde 2019, cuando inició el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el acumulado del sexenio el huachicol suma un saldo de 19.50 mil barriles diarios robados que representan una merma económica de 34.8 mil millones de pesos, monto que se acerca a las pérdidas registradas en 2018 por 36.2 mil millones de pesos.
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Oscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explicó que el combate al huachicol fue un tema prioritario a inicios del sexenio pero que perdió prioridad en la actualidad.
“Fue una estrategia que no fue sustentable en el mediano plazo y después de 2021 comenzó a repuntar. El tema salió de la agenda pública y ya no está tan presente, no es una prioridad para Pemex en este momento”, afirmó el experto.
Pemex optó por transportar el combustible mediante pipas para reducir el flujo de los ductos, mismos que también cubrió de concreto para evitar que sean ordeñados por las bandas del crimen organizado.
“Lo que se necesita para combatir huachicol es más y mejor tecnología, echarle concreto a los ductos no es lo más avanzado, ni transportar por pipas, se necesita software más avanzado y mejorar la infraestructura”, destacó Ocampo.
Añadió que es posible que el robo de combustibles siga al alza mientras no se tomen medidas más contundentes y eficaces.
“El combate al huachicol funcionó en su momento y habrá que analizar qué dejó de hacer Pemex y el gobierno federal para que volviera a tomar fuerza”, añadió.
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