Entre 2020 y lo que va de 2022 el número de personas que viven sin electricidad en todo el mundo aumentó 3 por ciento; se trata del primer incremento del que se tenga registro en las últimas dos décadas, según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
Según los últimos datos del organismo, las personas sin energía eléctrica aumentarán en 20 millones al cierre de 2022, alcanzando un total de 775 millones de individuos.
“Es el primer aumento global desde que la AIE comenzó a hacer un seguimiento de las cifras hace 20 años. El aumento se produce sobre todo en el África subsahariana, donde el número de personas sin acceso a la electricidad casi ha vuelto a su máximo de 2013”, destacó.
De acuerdo con datos de la Sener, en México hay cerca de 2 millones de habitantes sin acceso a electricidad.
La IEA explicó que el aumento de los precios de los combustibles y los alimentos está perjudicando de forma desproporcionada a los habitantes del mundo en desarrollo, que son los que están menos preparados para afrontarlo.
“Algunos países que ya registran un aumento de la población sin acceso a la energía verán cómo se acelera esta tendencia, y los mayores aumentos se producirán en la República Democrática del Congo y Madagascar”, destacó.
Si bien es posible que se sigan produciendo modestos avances de electrificación en algunos países, éstos se producirán a un ritmo mucho menor.
Además, muchas empresas de servicios públicos carecen de fondos para proyectos de acceso a la energía después de haber dado prioridad a la protección de sus consumidores frente a la subida de precios.
“Las soluciones de acceso sin conexión a la red se enfrentan a vientos en contra aún más fuertes, con la inflación golpeando la demanda de los consumidores”, destaca el organismo.
Los precios de los componentes clave utilizados para fabricar módulos solares fotovoltaicos y las baterías están aumentando considerablemente, lo que se ha visto agravado por la depreciación de las monedas locales frente al dólar.
El precio medio de mercado de un nuevo sistema solar doméstico (SHS) ha subido alrededor de un 30 por ciento desde 2020, lo que hace que los hogares opten por sistemas más pequeños o de menor calidad.
Las ventas de grandes SHS en 2021 fueron casi un tercio inferiores a su pico de 2019, y los mayores descensos se produjeron en África oriental. Estos efectos están poniendo a las empresas de la industria sin conexión a la red bajo presión financiera, y la mayoría de las empresas indican que corren el riesgo de quiebra en los próximos tres años en las circunstancias financieras actuales.
“En conjunto, estos contratiempos hacen que el mundo se retrase aún más en el cumplimiento de las metas de acceso universal para 2030, canonizadas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 de las Naciones Unidas”, indicó.
Con las políticas actuales, la IEA prevé que 660 millones de personas seguirán sin acceso a la electricidad en 2030, el 85 por ciento de ellas en el África subsahariana.
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