México necesitará una reforma fiscal de gran calado, para hacer frente a las presiones presupuestarias que enfrentan las finanzas públicas por las transferencias del Estado a Pemex, indicó el banco BBVA.
“Para el mediano plazo será necesario que el país implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios considerando que las presiones sobre el gasto público continuarán por los apoyos a Pemex”, señaló la institución financiera en un análisis.
El gobierno federal está aplicando una política de apoyos para sanear las finanzas de Pemex, las cuales incluyen descuentos en el pago de impuestos y transferencias directas de recursos para pagar intereses y deuda.
Los apoyos gobierno federal ascendieron a cerca de 20 mil millones de dólares al cierre de 2021, lo que contempló inyecciones directas de capital por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como la reducción en las aportaciones fiscales, según un análisis de Moody’s.
Además de hacer frente a las necesidades presupuestales para apoyar a Pemex, la reforma fiscal también será necesaria para cubrir el gasto creciente en los programas sociales, el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda que ha aumentado y seguirá haciéndolo debido al incremento en las tasas de interés, y el pago de pensiones, indicó al respecto BBVA.
“Sería aún más deseable que esta reforma fuera de gran calado y contemplara una mayor eficiencia en la ejecución de dicho gasto”, destacó.
También sería pertinente que la reforma fiscal introdujera mecanismos transparentes para que, en situaciones en las que los ingresos fiscales sean menores a los previstos debido a desviaciones de los supuestos, las reducciones al gasto no se hagan de forma discrecional y sean aprobadas por el Congreso de la Unión, añadió BBVA.
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