Los organismos reguladores en energía deben fortalecerse y deslindarse de la influencia política para garantizar el desarrollo del sector, indicaron expertos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha intentado desaparecer a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), bajo el argumento de buscar ahorros presupuestales.
“Se trata de una medida que puede impactar lo alcanzado, debido a que generaría afectaciones en la certidumbre que ha significado para las empresas el hecho de que los órganos reguladores no tengan liga alguna con el gobierno”, señala un estudio realizado por una fuente que pidió no ser citada.
Detalla que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) advierte la importancia que tienen estos organismos, sobre todo en el marco de las controversias internacionales que pudieran generarse.
Indica que la CNH tiene la misión de regular de manera eficiente la exploración y extracción de hidrocarburos. Por otro, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se encarga de fomentar el desarrollo del sector y la protección de los usuarios.
El análisis destaca la necesidad de garantizar la permanencia de los órganos autónomos, como el INEGI, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional Electoral (INE), o la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El IFT, por ejemplo, logró que las tarifas de telefonía móvil en México cayeran, entre 2014 y 2017, hasta 42.7 por ciento.
También eliminó los cobros por larga distancia nacional y los cargos por roaming.
“La especialización que poseen ha sido muy importante para el trabajo que realizan al interior de cada uno de los segmentos en los que se encuentran, por lo que es importante que su avance no sólo siga adelante, sino que también se fortalezca”, añade el análisis.
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