Luego de contratar los servicios de un despacho de abogados para realizar una auditoría externa, Baker Hughes concluyó que no existió conflicto de interés por el arrendamiento de una propiedad de un exempleado de la compañía con Pemex, es decir, ‘no tuvo participación alguna en dicha operación’.
A través de un comunicado, la empresa detalló que el proceso se llevó a cabo directamente entre el exejecutivo de su empresa y la empresa productiva del Estado, destacando que ha operado con transparencia y apego a las leyes durante más de 60 años en México.
“Baker Hughes nunca fue consultada ni tuvo conocimiento de la Transacción de Arrendamiento. La empresa tuvo conocimiento de dicha transacción cuando ésta apareció en los medios de comunicación al ser una operación entre privados”, señaló en el documento.
Explicó que el inmueble pertenecía a Keith Schilling, quien laboró en la compañía de 2016 al 31 de diciembre de 2019 y nunca estuvo relacionado en áreas con México o clientes mexicanos, pues fue líder en Canadá, director comercial y de ventas para la región de Norteamérica, la cual atiende exclusivamente a Estados Unidos y Canadá, ya que la empresa integra a México en la región de Latinoamérica y Sudamérica.
Por su parte, Petróleos Mexicanos informó que recibió un informa de la auditoría y lo pondrá a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) para los efectos legales que correspondan.
Es importante mencionar que la auditoría fue realizada por el despacho de abogados R. McConnell Group, quienes pusieron a sus órdenes un correo electrónico para la resolución de duras respecto al caso.
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