La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró deficiencias en el desempeño operativo de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) durante 2018, mismas que fueron expuestas en su Informe Individual del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública correspondientes a ese año.
Bajo su criterio, el órgano regulador presidido en ese entonces por Guillermo García Alcocer, careció de una planeación y programación integral al no emitir los instrumentos normativos programados.
“Esto ocasionó que no se contara con la normativa prevista con oportunidad que brindara una mayor certeza jurídica a los participantes y operadores en distintos aspectos técnicos y operativos de la industria de hidrocarburos, situación que pudo limitar el desarrollo eficiente del sector”, cita el documento público.
En ese sentido, la ASF expuso que en 2018, la CRE programó 86 instrumentos regulatorios en materia de hidrocarburos, de los cuales 47.7 por ciento o 41 de ellos fueron expedidos en tiempo y fueron publicados; 13.9 por ciento o 12 de ellos se reprogramaron; 7.0 por ciento o seis de ellos se cancelaron, y el 31.4 por ciento o 27 de ellos no acreditaron su estatus, lo que denota que la planeación fue deficiente.
Su labor como autoridad también fue cuestionada por la Auditoría Superior luego de que ésta detectara una cobertura de atención limitada hacia los permisionarios en cuanto a visitas de verificación, luego de que en materia de gas natural únicamente se visitara al 8.4 por ciento de los 585 permisionarios vigentes a dicho año.
En gas licuado de petróleo se realizaron visitas de verificación al 7.2 por ciento de los 5 mil 525 permisionarios, en tanto que, de los 15 mil 255 permisionarios de las actividades referentes a petrolíferos y petroquímicos, sólo se realizaron visitas de verificación al 1.9 por ciento, en un contexto donde el mercado ilícito de combustible iba en aumento, lo que restringió el cumplimiento de la CRE de garantizar y verificar el cumplimiento de las disposiciones regulatorias, señaló la ASF.
“Se identificaron incumplimientos de 63 por ciento en los permisionarios de Gas Natural; 98.5 por ciento en Gas LP, y 98.0 por ciento en petrolíferos”, destacó en su informe.
Para la ASF, la CRE también falló en su gobernanza ya que no acreditó disponer de un diagnóstico sobre los recursos técnicos y económicos necesarios que le permitieran potenciar sus actividades de supervisión y no dispuso de un sistema de medición para evaluar en qué medida sus actividades realizadas cumplieron con el objetivo de fomentar el desarrollo eficiente de la industria.
Por ello, concluyó que aunque la CRE, mediante el otorgamiento de permisos, promovió la competencia en el sector hidrocarburos, en materia de regulación careció de una planeación y programación integral que garantizara la certeza jurídica a los agentes del mercado.
En consecuencia, la ASF emitió 17 recomendaciones al órgano regulador coordinado que de aplicarse fortalecería sus actividades de regulación y supervisión respecto de las visitas de verificación e imposición de sanciones; emitiría en tiempo y forma las disposiciones generales de las Resoluciones y Acuerdos; contaría con un sistema para evaluar y medir el avance en el cumplimiento de los objetivos de fomentar el desarrollo eficiente de la industria, promover la competencia en el sector y protegería los intereses de los usuarios, entre otros beneficios.
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