La importancia otorgada al sector energético en la renegociación del TLCAN muestra un compromiso con el impulso de este y da tranquilidad a inversionistas, aunque hace falta revisar la “letra chiquita” del texto final que los legisladores mexicanos y estadounidenses podrían aprobar, además de que la postura de Canadá crea incertidumbre sobre la finalización de las negociaciones, consideraron expertos y líderes del sector.
“El entendimiento que anunciaron los gobiernos se concretó en un ambiente complejo y es positivo porque le da certidumbre a los mercados, lo que es bueno para la economía. (La soberanía) fue uno de los temas que priorizó el equipo económico de López Obrador, que no se sentía cómodo con los términos en los que estaba redactado el acuerdo.(…) Era un tema de forma más que de fondo y lo que se hizo fue priorizar el punto que dice que la nación es propietaria de los recursos”, expuso Arturo Carranza, Especialista en energía del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
El experto también explicó que el apartado de materia energética es un “as bajo la manga” para el gobierno mexicano debido a que la balanza comercial es muy favorable a Estados Unidos, por lo que la ausencia de un acuerdo habría afectado mayoritariamente a las inversiones estadounidenses. “Se trata de un mercado energético que ya está muy integrado, con volúmenes muy amplios, por lo que su inclusión en el tratado podría beneficiar a ambos países. Ellos son superavitarios y nosotros necesitamos de lo que producen, por lo que ambos necesitamos estos términos de comercio abierto”, comentó.
Por otra parte, miembros del sector energético nacional destacaron la posibilidad que el tratado otorga para mantener la cooperación técnica y tecnológica entre empresas de ambos países.
“Debemos ir hacia un esquema de apertura y competencia que nos traiga mejores tecnologías y mejores precios, creemos que con acuerdos comerciales que incluyan estos apartados México puede quedar beneficiado, como ha sido el saldo de la reforma energética al día de hoy”, apuntó Israel Hurtado, Secretario General de la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex) en entrevista con Energy21.
Miriam Grunstein, Investigadora asociada al Centro México de Rice University, consideró que el tratado, tal y como está, podría tratarse de algo “inacabado que se tendrá que revisitar”. Esta revisión podría darse cuando Andrés Manuel López Obrador tome protesta como el próximo Presidente de México, o incluso antes en caso de que Canadá no llegue a un acuerdo con Estados Unidos, pues se trata de un país con múltiples inversiones energéticas en México.
“Podríamos tener un tratado bilateral con Canadá, pero esto crearía mucho caos y descoordinación que podrían parar las inversiones que ya se encuentran en nuestro país, y tenemos varias empresas canadienses importantes, tanto en minería como en energía”, apuntó Grunstein.
La semana pasada, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau reiteró el compromiso de la comitiva canadiense de alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite del primero de septiembre. Sin embargo, declaraciones filtradas del Presidente estadounidense Donald Trump, donde expresa que las negociaciones se están dando “completamente en términos estadounidenses”, parecen haber complicado el proceso.
Líderes del sector empresarial mexicano han expresado su esperanza de que la delegación canadiense pudiera anexarse a la firma del tratado en los próximos días, sin embargo las declaraciones de Trump han provocado reacciones adversas en Canadá. En entrevista para el Toronto Star, Lawrence Herman, abogado experto en comercio internacional, explicó que Trump requeriría aprobación del congreso para establecer un tratado sin Canadá y que esto seguramente inspiraría oposición política, por lo que alcanzar un tratado sin los canadienses no sería tan fácil como parece.
Mientras líderes sindicales estadounidenses han rechazado la posibilidad de un tratado sin Canadá, Bruce Heyman, ex-embajador de Estados Unidos en Ottawa, advirtió sobre el daño a las relaciones bilaterales si la delegación de Trump no cede en sus demandas: “Estados Unidos tiene todo el poder de negociación, pero eso no significa que deba usarlo. Si aprietas a tu mejor amigo puede que ganes, pero las relaciones estarán dañadas por más tiempo del que tomará secar la tinta en la firma del nuevo tratado”, dijo en entrevista para CNBC.
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