La transición energética planteada en México es una simulación, debido a que no hay información precisa y una estrategia que permita una planeación de largo plazo, señala un análisis de la consultoría Caraiva y Asociados.
Detalla que México importa energía primaria y secundaria, y somos contratantes de la tecnología por medio de la CFE y PEMEX, por lo que se necesita suficiente presupuesto para poder ser garantes de una transición energética, apegada a la realidad geopolítica en el mediano a largo plazo.
“En los últimos meses, han dicho que en México estamos rumbo a una transición energética, basada en una transformación. La afirmación anterior es totalmente falsa”, destaca el análisis realizado por el experto Ramsés Pech.
Explica que existe una falta de entendimiento, y comprensión, desde un punto de vista de ingeniería energética, ambiental y económica, debido a que en México, permanece un pensamiento de planes de corto plazo, a según en cada administración en turno que pretende en el crear o poseer la verdad.
Las anteriores administraciones que tuvieron a cargo los recursos naturales del país, y las actuales y futuras, adolecieron de un plan del largo plazo real.
“El llenar en papeles, planes, presupuestos, o proyectos que no conciben, una transición energética real. Puras palabras sin fundamentos de largo plazo”, explica el análisis.
“Una transición verdadera es un plan de largo plazo, basado con políticas públicas, y que permitan el reducir el riesgo financiero de una nación, al permitir que los privados lo asuman, basado en el cómo dejar de usar a los combustibles fósiles en todas las actividades de una sociedad”, añade.
Comenta y síguenos en X: @Adri_Telecom / @Energy21Mx