El desarrollo del campo Lakach ha revivido la discordancia entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) pues la empresa productiva del Estado está segura de apostar por el proyecto gasífero, mientras que el órgano regulador sigue poniendo en duda su rentabilidad.
El debate por Lakach tiene origen desde hace una década cuando a pesar del alto potencial de recursos (un millón 301.8 miles de millones de pies cúbicos), la Comisión emitió una opinión negativa a la propuesta de Pemex para desarrollarlo.
“La Comisión considera que la versión que Pemex envió no contiene el nivel de madurez dentro de la fase de diseño para un proyecto de aguas profundas ni cubre los elementos suficientes para el otorgamiento de recursos financieros para su ejecución”, se lee en el dictamen final del órgano regulador.
Asimismo, recomendó a la empresa productiva subsidiaria Pemex Exploración y Producción realizar un análisis detallado sobre la planeación del proyecto, en alcance o en las etapas de desarrollo, de manera que pueda incrementar la rentabilidad del proyecto.
En su momento, Pemex calculó una inversión de 20 mil 281 millones de pesos en un horizonte de 2011 a 2023 para extraer 650 mil millones de pies cúbicos de gas natural.
Finalmente las condiciones desfavorables orillaron a la suspensión del proyecto en 2016; seis años más tarde, el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y la dirección actual de Pemex a cargo de Octavio Romero han decidido retomar Lakach de la mano de la empresa internacional New Fortress mediante un contrato de servicio y con una inversión de 1,500 millones de dólares.
Según lo publicado este miércoles por la agencia Reuters, funcionarios de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) han planteado dudas sobre si Pemex puede asumir el enorme proyecto.
La contradicción
Este anuncio contradice la postura del Gobierno federal al inicio del sexenio, la cual desestimaba los proyectos en aguas profundas por ser poco productivos, caros y con baja rentabilidad.
“El discurso político dice una cosa y siempre terminan haciendo otra. El hecho es que Pemex está tratando de buscar oportunidades de negocio”, opina Santiago Arroyo, CEO de Ursus Energy.
Aunque considera positivo que Pemex haya reactivado ese proyecto de la mano de una empresa privada, subraya que habría sido deseable que utilizara el modelo de farmout.
“Lo están haciendo a través de un contrato de servicios, pero convendría un farmout por el tema de riesgos, porque ahora es Pemex el que debe asumir todos los riesgos y eso podría implicar pérdidas financieras. Es un volado”, destaca.
Al análisis se suma Arturo Carranza, director de proyectos de Energía en Akza Advisors, en cuya perspectiva, Lakach podría ser un campo rentable si y solo si se mantienen los elevados precios de los hidrocarburos a nivel internacional.
“No se espera una caída tan drástica en precios de gas natural en el mediano y largo plazo, eso explica el interés de Pemex de acelerar la ejecución de este campo”, explica en entrevista con Energy21.
Lakach ya cuenta con cierta infraestructura y suma un total de cuatro pozos perforados, según datos de la CNH.
“El proyecto ya se estudió, se conoce la geología del campo, se desarrolló infraestructura para conectar el área. Hay trabajos que no se terminaron pero están desarrollados, eso le da ventajas”, añade Carranza.
Con información de @Adri_Telecom y @Da_Lored0
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