De conformidad con la alianza estratégica firmada la semana pasada con Petróleos Mexicanos (Pemex), New Fortress Energy (NFE) invertirá en el desarrollo continuo del campo de gas natural no asociado Lakach durante un período de 2 años al completar 7 pozos en alta mar, señaló la compañía.
Como parte de los trabajos comprometidos, NFE también desplegará en el campo Lakach una unidad de Gas Natural Licuado de 1.4 millones de toneladas anuales (mtpa) para licuar la mayor parte del gas natural producido.
“El gas natural restante y los volúmenes de condensados asociados serían utilizados por Pemex en el mercado interno terrestre de México”, aseguró la firma global de infraestructura energética.
Tanto la petrolera nacional como NFE contemplan una década de producción del campo Lakach, descubierto en 2007, localizado aproximadamente a 70 kilómetros de la costa de Veracruz en el sureste de México.
La intención de Pemex por revivir el proyecto gasífero quedó al descubierto desde julio de 2019, cuando en su Plan de Negocios Quinquenal adelantó que buscaría desarrollar la asignación de gas no asociado y condensado, sí y sólo sí, ésta mantenía el control de la operación y comercializaría la producción, mientras que un ‘tercero’ sería quien asumiría la totalidad de la inversión, gastos de operación y fuera el responsable de la producción.
La apuesta es alta y de mucho riesgo pues como antecedente está el dictamen no favorable de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) realizada en 2012, mediante el cual el órgano regulador evidenció fallas en la información como en estimaciones sobre la rentabilidad del proyecto cuyas reservas 2P representaban el 1.8 por ciento de las reservas totales de gas natural.
Para Marco Cota, CEO de Talanza Energy, la decisión de Pemex sobre regresar al proyecto de Lakach solo refleja la falta de nuevos proyectos y el estancamiento de la petrolera nacional en materia de exploración y producción, un hecho altamente preocupante, considera.
“Al arranque de la administración se habló de campos prioritarios y era una noticia ‘esperanzadora’ ya que se planteaba un cambio en la estrategia al concentrarnos en las mejores capacidades de Pemex que son en tierra y aguas someras. Hoy, la intención es relanzar un proyecto viejo, cuestionado por su baja rentabilidad y en aguas profundas donde Pemex tiene menos capacidades”, compartió en entrevista con Energy21.
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