La entrega del megayacimiento Zama a Pemex, limita las oportunidades de participación de la iniciativa privada en el área de exploración y producción de hidrocarburos y evidencia los planes del Estado por tener el control en el sector, consideraron especialistas.
Alejandra León, director Latin America Upstream Research en ISH Markit, señaló que el conflicto de la unificación del yacimiento, es un reflejo al exterior de lo que sucede en la política energética en México, además de que limita las capacidades de la nación a una sola empresa que, pese a ser grande, no cuenta con las capacidades técnicas, operativas y financieras para operarlo.
La directora agregó que, las rondas petroleras y la participación de empresas privadas sumaron al desarrollo del sector y conocimientos del sector, pues ‘no vinieron a quitarle nada a nadie’. Sin embargo, la cancelación de éstas a corto plazo, limitan al país a lo que puede realizar Petróleos Mexicanos.
“Lo que estamos dejando de hacer hoy va a impactar en los próximos 25 años sino se retoma un ritmo de rondas para sumar más capacidades al desarrollo de la exploración y producción de petróleo y gas en México”, comentó durante su participación en el panel ¿Habrá más casos como Zama? Del Encuentro Internacional de Energía México 2021 (EIEM).
Sobre este punto, Gonzalo Monroy, socio-director en GMEC, señaló que las autoridades entendieron la rectoría del Estado como el control de las operaciones, es decir, ‘pasaron de dirigir la orquesta a querer tocar todos los instrumentos’.
Además, de que el país no tiene la certidumbre legal para atraer inversiones, pues no tiene claridad regulatoria, administrativa y fiscal para ser competitivo frente a otros países que forman parte del portafolio de las compañías para invertir en exploración.
Por su parte, Emily Medina, Fellow en Energy Policy Research Foundation, indicó que esta decisión contraviene al Tratado de México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) e incluso, es una bandera roja para las inversiones en toda la cadena de valor.
“La decisión de Zama tiene implicaciones para la seguridad energética del país porque el gobierno y Pemex han detenido el avance del proyecto debido a que no hay un acuerdo sobre las decisiones de inversión”, expresó.
Finalmente, Sergio Pimentel, socio en Energía Agon, puntualizó en que las unificaciones son procedimientos comunes en el sector, además de que son sencillos puesto que las partes involucradas comparten el interés de aprovechar el yacimiento.
Lamentó que Pemex no se ponga de acuerdo con Talos Energy, puesto que no ha entendido que la unificación del yacimiento es un beneficio para la nación y el campo debería estar próximo a producir.
Los cuatro especialistas coincidieron en que la petrolera nacional comparta el riesgo con la empresa para comenzar a explotar los recursos del sector, ya que esto tendría grandes beneficios económicos para México.
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