Al dejar la operación del mayor hallazgo petrolero privado, Zama, en manos de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de Energía (Sener) a cargo de Rocío Nahle García comenzó una revancha sobre la iniciativa privada nacional e internacional que se mantiene en vilo con el gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación.
Desde el periodo de transición gubernamental, Nahle García hablaba de corrupción en los contratos privados entregados a la IP en el marco de la Reforma Energética, siendo el CNH-R01-L01-A7/2015 el primero que se llevaría a revisión, justo el que se refería al bloque 7, entregado a Talos Energy-Sierra Oil&Gas y Premier Oil PLC en 2015 como parte de la primera convocatoria de la Ronda 1.
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En sus declaraciones, la también ex diputada, llamó a revisión el contrato pues lo consideraba como “una burla, un engaño y una manipulación del gobierno mexicano”; a la par, sostenía que “ya se sabía” del yacimiento mucho antes de ser licitado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), a pesar de que el órgano regulador había dejado claro que no había registro de algún pozo exploratorio perforado previamente dentro del área contractual o en la estructura geológica perforada por Zama-1 que haya reportado la existencia de hidrocarburos.
La disputa actual por el yacimiento descubierto en julio de 2017, ubicado en aguas someras del Golfo de México a 58 kilómetros frente a las costas de Tabasco, concierne más a un tema político según los especialistas, entre ellos Marco Cota, director general de Grupo Talanza quien además pone sobre la mesa un error de cálculo por parte de Pemex.
“Es un hecho que Pemex nunca estuvo de acuerdo con el bloque 7 y el gobierno Federal puso el dedo en el tema desde la campaña porque se sabía que era una estructura que desbordaba de una asignación de Pemex y ellos no pidieron bien el bloque”, comenta el director.
Fluvio Ruiz Alarcón, especialista del sector energético y exconsejero profesional de Pemex, señala que existían estudios sísmicos preliminares sobre el potencial del bloque; sin embargo, la Sener no se lo otorgó a Pemex como parte de la Ronda 0.
“En agosto de 2014, la Secretaría de Energía no le dio ese bloque a Pemex, pese a que lo había solicitado ¿Por qué? Porque ya había estudios sísmicos preliminares que planteaban el potencial que después, ciertamente, clarificaría el corporativo que ganó el contrato”, considera.
“No puedes saber cuánto recurso existe en el yacimiento hasta que no se perfora y se evalúa el potencial del área. La sísmica te orienta sobre la posibilidad de que en un área pueda haber petróleo, pero no te indica si un área es comercial o no, la cantidad o el tipo de aceite, sus características geológicas y geofísicas”, señala en entrevista.
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Con información de @Da_Loredo @josemartin_mx
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