Oficialmente el estado de Texas cerró la llave del gas natural a México y a otros estados de la Unión norteamericana por lo que se prevén más apagones en el país como consecuencia de la escasez del energético para la generación eléctrica en plantas diseñadas para usar el gas natural.
Esta tarde Greg Abott, gobernador del estado de Texas emitió una orden para que en los próximos cuatro días se limite la salida del hidrocarburo del país norteamericano.
“Una parte del gas natural producido en Texas es actualmente enviado a lugares fuera del estado (…) he enviado una orden con efecto inmediato al 21 de febrero requiriendo a esos productores que han estado enviando el gas natural fuera de Texas lo envíen a los generadores del estado”, declaró Abott en una conferencia de prensa.
La decisión por parte de Texas responde a una estrategia para inyectar el hidrocarburo en sus plantas generadoras de electricidad e intentar subsanar la crisis eléctrica que se vive en esa región del sur de Estados Unidos por un vórtice polar.
Lo anterior también se respalda en el Capítulo 418 de las Leyes del estado de Texas el cual se declara que “en una condición de desastre pueden solicitar que el estado sea elegible para no poder vender su recursos o sus estados incluso en lo que la emergencia pasa”, explica un comunicado difundido esta tarde.
“Estados Unidos, Texas en particular tomó una decisión de seguridad energética nacional dándole prioridad a sus propias necesidades; fue como decir ‘Señores yo tengo mi gas, es mi gas y yo voy a decidir cómo lo voy a vender”, consideró Ramses Pech, analista del sector energético.
El desabasto provocó apagones en el norte del país y obligó al Centro de Control de Energía (Cenace) a la ejecución de cortes rotativos y aleatorios para mantener la seguridad en el Sistema Eléctrico Nacional en casi todo el territorio nacional, por lo que este nuevo panorama no descarta e incluso pronostica una nueva ola de cortes al suministro eléctrico.
Para contrarrestar en México los efectos que la tormenta invernal en Estados Unidos provocó en el país, entre ellos el desabasto de gas natural, el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador implementó una estrategia de generación eléctrica a través de fuentes como diésel o combustóleo así como la compra de buques de gas natural licuado, sin embargo, la internación del energético es limitada y con bajo volumen.
“Lo que tocará en dado caso que no se logre satisfacer la demanda de gas natural es racionalizar su uso lo que significaría tener impactos en todas las actividades sobre todo en la industria teniendo considerables impactos económicos para el país”, señaló el también analista energético Arturo Carranza.
“Va tener un impacto en el suministro eléctrico toda vez que el 40 por ciento de la capacidad instalada de generación en México está vinculada a los ciclos combinados”, añadió Carranza.