Evaluar la parte que le corresponde del megayacimiento Zama mediante la perforación del pozo exploratorio Asab-1 parece no ser una prioridad para Pemex, la cual recientemente, solicitó un nuevo plazo a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) justificando la falta de una plataforma para hacerlo.
El argumento fue cuestionado por la comisionada Alma América Porres Luna quien durante la sesión número 71 del Órgano de Gobierno recalcó el atraso de la petrolera nacional de casi un año para perforar el pozo que permitiría obtener información sobre la parte contigua del descubrimiento hecho por Talos Energy en el bloque 7, mismo que le fue adjudicado en la primera convocatoria de la Ronda 1.
“En noviembre se finiquitaba el tiempo para su perforación, sin embargo pidieron una suspensión debido a que no llegó una plataforma (…) es importante comentar que teniendo el tipo de contratos que tiene (Pemex) a mí se me hace ilógico que estemos esperando una plataforma por un año para perforar un pozo tan importante como es el caso de Asab”, comentó la comisionada.
Porres Luna hizo hincapié en la estrategia que ejecutó Pemex al recurrir a contratos ‘llave en mano’ para alquilar distintas plataformas y perforar pozos en sus denominados ‘campos prioritarios’.
“Pemex ha tenido a bien hacer contrataciones de plataforma para cubrir las necesidades que tiene en sus diferentes áreas; en este caso específico, por alguna razón que desconozco, se ha retrasado la perforación de un pozo autorizado desde febrero”, dijo.
En ese sentido explicó que la empresa dirigida por Octavio Romero Oropeza requirió una suspensión de tiempos de perforación 20 días antes de que finalizara su primer aplazamiento, esto hasta conseguir una plataforma.
La relevancia del pozo Asab-1, localizado en aguas superficiales de Tabasco, radica en sus resultados mismos que servirían para comenzar la negociación entre la petrolera nacional y el operador Talos Energy como parte del acuerdo preliminar de unificación existente entre ambas compañías.
Zama-1 fue el primer pozo exploratorio en aguas someras perforado por el entonces consorcio formado por Talos Energy, Sierra Oil and Gas y Premier Oil.
Se estima que podrán extraerse mil millones de barriles de crudo de 30 grados API.
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