Puebla no es el único estado de la República en el que no hay problemas de desabasto, y esta circunstancia nada tiene que ver con la próxima elección extraordinaria para gobernador en ese estado, así lo explicó el Presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia mañanera el día de ayer.
El mandatario consideró que se trata de una acusación sin fundamento y agregó que no le cabe en la cabeza tomar acciones de naturaleza política para privilegiar a algunos estados y castigar a otros. “Nosotros no somos chuecos”, sentenció.
El Presidente aprovechó también para responder a los comentarios del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, sobre la situación del abasto de hidrocarburos en este estado, al revelar que se trasladaron 50 mil barriles de gasolina a Jalisco durante el tiempo que el ducto Salamanca-Guadalajara no fue operado.
“Ayer creo que les dije que nos sacaron cuatro veces el ducto de Salamanca a Guadalajara, cuatro veces. Entonces a pesar de eso ha ido mejorando el abasto a Jalisco. Pero el ciudadano gobernador está dando entrevistas diciendo lo contrario. Está en todo su derecho, pero yo también tengo el derecho a no caer en ninguna provocación”, externó el mandatario.
López Obrador insistió también en que se acabaron los tiempos de presidentes sectarios, por lo que su deber es el de garantizar la gasolina para toda la población, y no sólo para los estados gobernados por su partido.
“Soy el presidente de la República, soy el jefe del Estado, no soy el jefe de un grupo, de un partido, de una fracción. Eso ya se terminó. Nada más que va a llevar tiempo a que se entienda es un proceso, poco a poco se va a ir entendiendo”, remató.
El mandatario explicó que hay zonas, como Querétaro, en las que creían tener bajo control el problema de desabasto, pero nuevos atentados contra ductos agravaron el problema. Finalmente, aprovechó para agradecer a los habitantes de la Ciudad de México por su paciencia en el proceso de reparación del ducto Tuxpan-Azcapotzalco.
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