La política energética de la siguiente administración será un factor clave que influirá sobre el crecimiento económico, el balance fiscal, la inversión y la transición a una matriz energética más a favor de las energías renovables, destacó BBVA Research a través de un artículo publicado en su sitio web.
La entidad declaró que continuar las asociaciones con particulares tendría un efecto positivo para elevar la producción petrolera a los niveles sugeridos por el equipo de transición, sobre todo en situaciones de agua profunda. “Lo anterior con la finalidad tanto de incrementar las probabilidades de encontrar ese tipo de yacimientos como la de compartir los riesgos de la inversión en exploración y perforación”, apuntó el artículo.
El artículo consideró “poco realista” la meta de incrementar a 2.5 millones de barriles diarios la producción petrolera en los primeros dos años, al tiempo que consideró que la reconfiguración de las refinerías dependerá en gran medida de la eficiencia en costos laborales y el combate a la corrupción y robo de combustible.
Sobre la propuesta de modernizar la CFE, la entidad aplaudió la decisión de basarse en hidroeléctricas y energías limpias para este objetivo. Por otra parte consideraron que la posibilidad de realizar todos estos proyectos y mantener una disciplina fiscal depende en gran parte de la disminución de presupuesto al sindicato petrolero.
Finalmente, el artículo apuntó que “las políticas de control de precios como el congelamiento de los precios reales de las gasolinas podrían tener implicaciones negativas para las finanzas públicas, sobre todo cuando el peso mexicano experimente episodios de considerable depreciación frente al dólar estadounidense o cuando ocurran fuertes incrementos en las cotizaciones de las referencias internacionales”.
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