En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026, Petróleos Mexicanos (PEMEX) vuelve a colocarse como el principal receptor de recursos entre los proyectos prioritarios del Gobierno federal, al concentrar el 46% del total, mientras que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) obtendrá 11.4%, de acuerdo con el análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El documento muestra que, pese al aumento temporal de la inversión pública previsto para 2026, que ascenderá a 1.26 billones de pesos, equivalente al 3.2% del PIB, el gasto en infraestructura mantiene un marcado sesgo hacia el sector energético, lo que deja menor espacio presupuestal para otros rubros estratégicos.
En total, los proyectos prioritarios absorberán 42.3% de toda la inversión pública. Dentro de este paquete, PEMEX encabeza la lista con 247 mil 230 millones de pesos, seguido por los Nuevos Trenes (19.5%), la CFE con 61 mil 091 millones, y en menor medida carreteras y caminos, que apenas recibirán 5.1%.
El énfasis energético contrasta con la tendencia de mediano plazo, pues a partir de 2027, el propio Gobierno proyecta una reducción sostenida de la inversión pública que caerá hasta 2.6% del PIB en 2030, frente al 3.2% previsto para 2026.
Esto implica que el repunte del próximo año será temporal y no revertirá la contracción acumulada frente a 2024, año con el que la inversión total será 6.5% menor en términos reales.
El CIEP advierte que esta concentración podría amplificar rezagos en sectores como salud, educación, infraestructura urbana y vivienda, especialmente porque los esquemas de financiamiento mixto están prácticamente detenidos: los recursos para proyectos bajo Pidiregas caen 95%, mientras que los destinados a APP se reducen 89.5% entre 2025 y 2026.
Además, el ajuste proyectado en los Requerimientos Financieros del Sector Público, que bajarán de 4.1% del PIB en 2026 a 3% en 2028, limitará aún más la capacidad del Estado para financiar infraestructura fuera de los megaproyectos vigentes.
El Gobierno federal sostiene que la “inversión impulsada”, que combina recursos presupuestarios, inversión de empresas del Estado y financiamiento privado, permitirá concluir obras estratégicas durante 2026. Sin embargo, el CIEP señala que el énfasis en PEMEX y CFE deja dudas sobre la sostenibilidad del plan en un contexto de estrecho espacio fiscal y menor participación privada.
Mientras tanto, la dependencia del sector energético como eje de la inversión pública refuerza un patrón que, según el propio centro de investigación, podría limitar el crecimiento económico y profundizar el rezago en infraestructura esencial durante la segunda mitad del sexenio.
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