Se espera que la inminente publicación del Reglamento de la Ley del Sector Eléctrico (RLSE) sea el compás que encauce el camino hacia una transición energética en México, velando por principios de sostenibilidad, confiabilidad, justicia energética y cabida para la participación de la iniciativa privada. Consideramos que este instrumento no solo definirá las reglas de juego para el desarrollo de energías renovables, sino que también abrirá nuevas oportunidades para la inversión privada, al tiempo que impondrá requisitos y retos regulatorios que exigirán una visión estratégica y de largo plazo.
Podemos esperar ver al almacenamiento energético como un activo estratégico que permitirá el desarrollo de proyectos híbridos y la integración de nuevas tecnologías, abriendo la puerta a modelos de negocio más sofisticados. Además, de la revisión de los proyectos del RLSE que hemos tenido acceso, se prevé un camino más detallado para que centrales solares y eólicas de hasta 20 Megawatts (MW), tengan esquemas simplificados de trámites, que facilitarán la inversión y generación de este tipo de proyectos. Por su parte, la generación distribuida seguirá exenta de permiso hasta 0.7 MW, impulsando la participación de usuarios, empresas y comunidades.
En otros temas, el RLSE establecerá reglas claras para la colaboración público-privada y la declaración de Proyectos Estratégicos, que podrán acceder a trámites exprés y acelerar su entrada en operación. Para el sector privado, esto representa tanto un reto como una oportunidad: anticipar los criterios de elegibilidad y alinearse a los objetivos nacionales será fundamental para capitalizar el nuevo entorno regulatorio.
En materia de seguridad jurídica y energética, prevemos que el Reglamento establecerá plazos claros para la resolución de permisos y mecanismos de reparación, fortaleciendo la confianza de inversionistas y operadores. Figuras como el Autoconsumo y la Generación Distribuida contarán con un marco regulatorio más robusto y específico, superando vacíos de la LIE y permitiendo el desarrollo de proyectos de pequeña y mediana escala en beneficio de comunidades y usuarios finales.
El RLSE detalla los procedimientos diferenciados para el autoconsumo, permitiendo esquemas tanto aislados como interconectados, y exige un registro claro de los usuarios asociados a cada proyecto. Además, los permisos de autoconsumo podrán migrar entre modalidades y, en el caso de proyectos menores a 20 MW en modalidad aislada, estarán exentos de la Manifestación de Impacto Social, lo que agiliza su desarrollo y reduce cargas administrativas para los inversionistas.
Consideramos que los detalles incluidos en relación con el esquema de autoconsumo darán claridad a Grupos de Autoconsumo para poder generar en energía limpia y renovable en sitio en beneficio de los usuarios de dichos grupos.
Finalmente, el principio de Justicia Energética se desarrolla como eje transversal de la nueva regulación: se prevén los pasos más detallados a efecto de que todo proyecto deba contar con Manifestación de Impacto Social y destinar recursos a beneficios comunitarios. El RLSE promoverá la participación empresarial en proyectos de conexión y suministro en comunidades, priorizando el acceso equitativo y la mejora de la calidad de vida.
En nuestra óptica, es muy importante que el RLSE desarrolle adecuadamente y con claridad la integración del principio de Justicia Energética en el desarrollo de proyectos de energía, a efecto de contar con mayor claridad de los requisitos que deberán cumplirse al respecto para otorgar beneficios reales a las comunidades en donde se desarrollarán estos proyectos y hacer asequible la energía limpia y confiable a comunidades vulnerables, que habían quedado en el olvido.
En suma, el RLSE redefinirá la relación entre Estado y sector privado, sentando las bases para una transición energética ordenada, incluyente y sostenible. Los actores del mercado deben prepararse desde ahora, revisando estrategias, fortaleciendo su cumplimiento regulatorio y buscando alianzas que les permitan participar activamente en la nueva etapa del sector eléctrico mexicano. Se espera que el Reglamento se publique en las próximas semanas.
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