México necesita un ambiente propicio para la inversión privada, con el fin de hacer frente a la creciente incertidumbre y la reducción en los índices de confianza empresarial, señala un análisis del Centro de Estudios del Sector Privado, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
“Estos factores están incidiendo directamente en las expectativas de crecimiento del país”, detalla el análisis.
La preocupación se centra en tres elementos clave: la política arancelaria, la inseguridad pública y la incertidumbre sobre la situación económica interna, acentuada por los posibles efectos de la reforma judicial tras el alto abstencionismo en la elección del poder judicial de 2025, indica.
El CCE consideró que es esencial instrumentar una política económica que incentive la formación de capital humano y físico, la inversión en innovación y tecnología, y sobre todo, la consolidación de un Estado de derecho confiable y funcional.
La falta de certidumbre en el marco jurídico en el que operan los inversionistas se traduce en niveles insuficientes de inversión en México. Por ello, generar un ambiente propicio para la inversión se vuelve imperativo para elevar los niveles de crecimiento del país.
Por otro lado, explicó que el gasto público mostró una disminución anual del 3.7% en el periodo enero-abril. A pesar de que esto podría contribuir a la reducción del déficit, también incide negativamente en el crecimiento, indicó.
La inversión física del sector público se contrajo un 19% en los primeros cuatro meses del año en comparación con el mismo lapso del año pasado, aunque se reconoce que el año anterior la inversión se elevó para concluir proyectos insignias, añadió el CCE.
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