
El Programa Sectorial de Energía 2025-2030 (PROSENER) ajustó a la baja la meta de participación de energías limpias en la generación eléctrica nacional, al establecer que en 2030 estas fuentes representarán 38% del total, por debajo del 40% previsto en el Plan Nacional de Desarrollo para ese mismo año.
De acuerdo con el documento, el gobierno federal proyecta que, como parte de la política energética de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, la expansión de capacidad instalada permitirá avanzar en la transición energética, aunque con una meta menor a la planteada previamente.
El PROSENER señala que las energías limpias alcanzarán hacia 2030 el 38% de la generación eléctrica, con un papel relevante de la energía solar fotovoltaica y eólica, impulsadas por inversión pública y privada.
El programa contempla un aumento de 22 mil 674 megawatts (MW) en la capacidad instalada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mediante centrales solares, eólicas, de ciclo combinado, proyectos de cogeneración y sistemas de almacenamiento eléctrico, lo que fortalecerá la participación del Estado en la matriz de generación.
En paralelo, se prevé que la participación de la capacidad de generación del Estado mexicano aumente de 55.40% en 2024 a 59.60% en 2030, mientras que el 96% de las nuevas adiciones de capacidad de los proyectos privados en el periodo 2025-2030 corresponderán a energías renovables intermitentes, principalmente solar y eólica.
El PROSENER también incorpora por primera vez proyectos de almacenamiento energético de distintas tecnologías, como baterías electroquímicas, almacenamiento hidroeléctrico por rebombeo, sistemas térmicos con sales fundidas y una celda de combustible para generación eléctrica a partir de hidrógeno verde.
En materia ambiental, el documento establece que las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico alcanzarán su pico en 2027 y se reducirán 23.9% hacia 2030, mientras que las emisiones de metano en exploración y producción de hidrocarburos se eliminarán por completo al final del periodo.
El programa también fija objetivos de justicia energética, con el compromiso de ampliar la cobertura eléctrica a niveles cercanos a la universalidad en 2030, impulsar proyectos sociales de generación distribuida y reducir la pobreza energética mediante programas como techos solares y estufas eficientes de leña.
En conjunto, el PROSENER perfila una transición energética liderada por el Estado, con mayor control público del sector, avances graduales en energías limpias y un ajuste en las metas de participación renovable respecto a los objetivos previamente establecidos en el Plan México.
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