En noviembre los precios de la canasta energética que consumen los hogares mexicanos aumentaron 3.89 por ciento a tasa mensual, tocando el nivel más alto para un noviembre en los últimos tres años, informó el INEGI.
La electricidad fue el segundo elemento que observó el mayor incremento de precio durante el mes, con un alza de 22.26 por ciento, superada solamente por el tomate verde que se encareció 24.91 por ciento.
El aumento en las tarifas de luz es un efecto estacional porque el gobierno federal finalizó el programa de subsidios a las tarifas eléctricas por temporada cálida, con lo cual las personas comenzaron a pagar el costo real de la energía.
Las ciudades que se vieron afectadas por este cambio fueron Mexicali, Cd. Juárez, Culiacán, Chihuahua, Hermosillo, Matamoros, Colima, La Paz, Huatabampo, Jiménez y Esperanza.
“En México, la inflación se aceleró debido a los servicios de vivienda, dentro del componente subyacente, así como a los subcomponentes de agropecuarios y energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, dentro del componente no subyacente”, afirmó Gabriela Siller, directora de análisis de Grupo Financiero Base.
Recordó que dentro de los energéticos se realiza un ajuste al alza en las tarifas de electricidad en la primera quincena de noviembre de cada año.
En noviembre, la inflación anual se ubicó en 4.32 por ciento, mostrando un repunte con respecto al 4.26 por ciento observado en el mes de octubre.
“Con esto, la inflación anual rompió una racha de 9 meses consecutivos a la baja. Sin embargo, la inflación de noviembre de este año es la menor para un mes igual desde el 2020 cuando registró 3.33 por ciento”, explicó la experta.
A tasa mensual, la inflación se ubicó en 0.64 por ciento, siendo su nivel más alto desde enero de este año cuando se ubicó en 0.68 por ciento.
“El repunte en la inflación mensual se debió a las mercancías alimenticias, dentro del componente subyacente, y por los productos pecuarios y energéticos dentro del componente no subyacente”, añadió Siller.
Hacia el cierre del año, se espera que la inflación se ubique entre 4.5 y 4.6 por ciento anual, con esto se estima que el Banco de México iniciará con los recortes en la tasa de interés en el primer trimestre del 2024, y que en todo el siguiente año acumulen 100 puntos base de disminuciones en la tasa de interés.
Es importante considerar que siguen existiendo riesgos al alza para la inflación: el alto déficit presupuestario contemplado para 2024, presiones adicionales en mercancías y servicios, que persista la aceleración en el componente de agropecuarios, tanto en frutas y verduras como productos pecuarios y presiones inflacionarias debido al incremento del salario mínimo en México. Por lo anterior, para 2024 se estima que la inflación cerrará en 3.9 por ciento anual.
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