El desempeño económico bajo relativo a las proyecciones presupuestarias e ingresos petroleros menores de lo esperado están restringiendo el marco presupuestario de México y ponen de relieve los desafíos que el gobierno enfrenta para cumplir con sus objetivos de superávit primario del sector público no financiero (SPNF), según Fitch Ratings.
El anuncio reciente de que el gobierno utilizará parte del fondo de estabilización (FEIP) para compensar los ingresos más bajos de lo esperado, sin recortes adicionales en los gastos, debería permitir que se cumpla el objetivo de superávit primario de 2019. Sin embargo, la decisión también destaca la concesión que debe hacer el gobierno para mantener los objetivos fiscales y apoyar a la vez la economía.
Esta semana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó su proyección de crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) para 2019 a 1.1% desde 1.6%, posterior a la divulgación de las cifras del segundo trimestre de 2019, que muestran que la economía se expandió solo 0.1% intertrimestral (0.4% interanual).
Lo anterior significa que México apenas creció durante el primer semestre de 2019 y evitó por poco una recesión técnica, ya que la economía se contrajo 0.2% intertrimestral durante el primer trimestre de 2019. La revisión de la proyección acerca las expectativas del gobierno a las propias de Fitch, ya que la agencia estima una expansión económica anual de 1.0% (con riesgos de deterioro), según el reporte más reciente de la calificadora “Global Economic Outlook – June 2019”.
La proyección de menor crecimiento supone ingresos no petroleros ligeramente inferiores a los previstos. El gobierno también redujo la estimación de los ingresos petroleros en 39 mil millones de pesos (mdp) adicionales (0.2% del PIB). Esto significa un déficit total de los ingresos petroleros en relación con el presupuesto de 154 mil millones o 0.8% del PIB.
A pesar de crecimiento económico e ingresos petroleros más bajos de lo esperado, el gobierno informó una mejora en el déficit del SPNF durante el primer semestre de 2019, a 0.6% del PIB frente a 1.4% del primer semestre de 2018.
Sin embargo, esto se debió en gran medida a una subejecución considerable del gasto, de 174 mil mdp (0.9% del PIB). El gasto primario disminuyó 5.7% en términos reales a nivel del SPNF. La subejecución presupuestaria es común durante el primer año de una nueva administración y el gobierno planea aumentar el gasto en el segundo semestre del año.
La estimación de gastos para 2019 del gobierno se reajustó ligeramente al alza, aunque seguirá 66 mil 400 mdp por debajo del monto original del presupuesto de 2019. Para cumplir con su objetivo de déficit del SPNF sin recortes adicionales de gastos, el gobierno planea obtener 121 mil millones (0.6% del PIB) en recursos del FEIP, un monto equivalente a 41% del saldo del fondo. Esto se contabilizará como un rubro de los ingresos (el ahorro en el fondo se ha contabilizado como un rubro de gasto). Esta será la primera vez que el gobierno haya obtenido recursos del fondo desde 2016, precisó Fitch.
Según el marco fiscal, México ha buscado alcanzar un superávit primario del SPNF de 1% del PIB en 2019. El objetivo se modificó por última vez en los lineamientos de política fiscal publicados en abril de 2019, cuando se ajustó ligeramente al alza. El marco fiscal obliga al gobierno a apuntar a un balance fiscal coherente con un indicador de deuda estable o a la baja, en vista de las proyecciones económicas.
Si bien el gobierno sigue comprometido con una política fiscal disciplinada, también pretende aumentar el crecimiento. Un paquete de medidas anunciado recientemente diseñado para impulsar la actividad económica, por un total de cerca de 485 mil mdp o 2 % del PIB, consiste en gran parte en el compromiso de incrementar el crédito de las entidades crediticias del Estado y no indica una flexibilización mayor en la postura fiscal, aunque muestra que los legisladores están preocupados por la economía en desaceleración y el impacto de la política fiscal estricta. El gobierno de México deberá presentar el presupuesto de 2020 al Congreso antes del 8 de septiembre, acota Fitch.
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