Luego de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) diera un paso trascendental en el desarrollo del sector energético mexicano al aprobar, el pasado 30 de septiembre, las Disposiciones Administrativas de Carácter General para la integración de Sistemas de Almacenamiento de Energía (SAE) al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), surgen retos importantes por superar, consideró María de los Ángeles Grimaldo, directora de área en la Unidad de Electricidad de la CRE.
En una plática ofrecida recientemente, la directora destacó como principal punto la actualización de modelos de contrato, tarifas de servicios conexos y las especificaciones técnicas del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), necesarias para incorporar los SAE de manera eficiente.
Los desafíos no sólo son para el futuro sino también desde su conceptualización y desarrollo de la propia normatividad.
“El almacenamiento de energía eléctrica presenta un reto conceptual importante porque, a diferencia de los hidrocarburos, no se trata de un producto tangible. Su naturaleza implica una transformación constante de energía”, comentó Grimaldo.
Recordó que las disposiciones, aprobadas mediante el Acuerdo A/113/2024, tienen como objetivo principal regular las diferentes modalidades de integración de los SAE al SEN de manera ordenada y económicamente viable. Estas modalidades incluyen:
- SAE asociado a una central eléctrica: Para almacenar energía generada por fuentes intermitentes.
- SAE no asociado: Sistemas independientes conectados directamente a la red.
- SAE abasto aislado: Destinados a usuarios fuera del SEN.
- SAE centro de carga: Almacenamiento vinculado directamente a los consumidores.
Lo anterior, afirmó, permitirá contrarrestar la variabilidad de las fuentes intermitentes y aprovechar los beneficios de los SAE, como la diversificación de la matriz energética, la reducción de emisiones y la flexibilidad en la operación del SEN.
Entre las ventajas de integrar SAE al sistema eléctrico, destacan:
– Respaldo energético en casos de fallos de generación.
– Reducción de picos de demanda mediante el “peak shaving”.
– Arbitraje energético, maximizando el uso de energía almacenada cuando las tarifas son más bajas.
Aunque las disposiciones aprobadas son un avance crucial, Grimaldo destacó que son solo el inicio del camino hacia una red eléctrica más moderna y sostenible. “Este instrumento es el primer paso para transitar hacia tecnologías avanzadas que hagan del sistema eléctrico mexicano un referente en eficiencia y sustentabilidad”, dijo.
El proyecto estuvo en consulta pública desde el 6 de mayo de 2024, durante la cual se recibieron más de 700 comentarios que fueron analizados e integrados en las disposiciones finales. Este proceso incluyó modificaciones significativas para ajustar el marco normativo a las necesidades del sector.
Actualmente, la CRE espera la publicación de estas disposiciones en el Diario Oficial de la Federación, lo que marcará su entrada en vigor.