Los controles volumétricos se han convertido en la principal herramienta del país para combatir el mercado ilícito de combustibles y hoy abarcan toda la cadena de hidrocarburos, desde la extracción hasta el expendio final, afirmó Pablo Gualdi, presidente y CEO de ATIO Group.
Durante el Congreso Internacional de Energía Tamaulipas 2025, el ejecutivo destacó que esta regulación, vigente desde 2004 pero fortalecida en 2018, obliga a que cada litro de gasolina, diésel, gas LP o gas natural pueda rastrearse y conciliarse con documentos fiscales, permitiendo verificar su origen, su tránsito y su enajenación final.
“El objetivo es claro, asegurar que todo lo que circula en el país sea lícito. Los controles volumétricos son la columna vertebral para lograrlo”, señaló.
Gualdi explicó que lo que comenzó como un requisito limitado a estaciones de servicio hoy abarca prácticamente toda la cadena: producción, importación, transporte, almacenamiento, comercialización, distribución, expendio e incluso autoconsumo.
La obligación deriva del artículo 28 del Código Fiscal y de los Anexos 30, 31 y 32, que establecen estándares de medición, registro, conciliación y reporte diario y mensual al SAT.
Los sistemas de control volumétrico deben integrar medidores dinámicos y estáticos para entradas, salidas e inventarios, software conectado que registre datos automáticos y manuales (dictámenes, CFDI, pedimentos), archivos diarios y mensuales enviados al SAT, bitácoras de eventos y fallas que permitan auditar la operación, y certificación anual por organismos autorizados desde 2021.
“Ya no basta con tener medidores; hay que demostrar que todo el sistema opera correctamente y sin posibilidad de manipulación”, explicó.
Gualdi subrayó que muchos incumplimientos se originan en fallas de seguridad informática, no en los medidores: falta de firewalls, redes mal segmentadas, accesos sin control, respaldos deficientes y sistemas vulnerables.
“La autoridad exige seguridad de extremo a extremo. No se toleran más de 72 horas sin control volumétrico, aun si hubo una falla física o eléctrica”, advirtió.
Para el directivo, los controles volumétricos ya no son solo un requisito fiscal, sino un componente estructural del sector energético, pues permiten auditar logística, reducir pérdidas, detectar inconsistencias y desmantelar cadenas de suministro ilícitas.
“Hoy no hay operación, ni refinería, ni almacenadora, ni ducto, ni gasolinera, que pueda justificar su legalidad sin un sistema de control volumétrico funcionando al cien por ciento”, concluyó.
Comenta y síguenos en X: @Adri_Telecom / @Energy21Mx





