Tener a la primera mujer presidenta en México, me parece un hecho muy significativo por diversas razones. Demuestra que nuestro país, muy calificado en el pasado cercano, como machista, ha evolucionado, y simboliza un paso importante hacia la equidad de género, y por tanto, el reconocimiento de las capacidades y derechos de las mujeres para ocupar los más altos cargos de liderazgo, ya no sólo en empresas, también de un país del tamaño de México.
Incluso en el contexto global, la elección de una mujer presidenta mejorará la imagen de México como un país progresista y comprometido con la igualdad de género, y puede provocar efectos positivos en sus relaciones internacionales y en su influencia en foros globales.
Asimismo, refleja una sociedad más democrática y abierta, donde las oportunidades no están limitadas por el género y donde se valoran las contribuciones de todos los ciudadanos por igual.
Me parece que, desde un punto de vista, Claudia Sheinbaum tiene una importante responsabilidad, ya que será el modelo e inspiración para muchas niñas y mujeres jóvenes para romper paradigmas, para demostrar que hoy es posible tener el cargo más importante, cuando se preparan, cuando se trabaja, cuando conectan con la gente.
Personalmente soy creyente de que el tema de género no es competencia. Tampoco somos iguales, somos diferentes y eso permite aportar perspectivas diferentes y valiosas en la toma de decisiones políticas, económicas y sociales; mi expectativa es que al ser la primera mujer, impulse con más énfasis políticas más inclusivas y equitativas.
Esto debe tener un impacto no sólo en la parte política, sino también en la parte cultural sobre el rol de la mujer en los hogares, en la sociedad y será importante que haya un acompañamiento con programas y evangelización para que, en las familias, que son la base de la sociedad, no haya un vacío por los cambios de roles.
Si bien tiene un gran reto por delante por las razones arriba mencionadas, sumemos la situación actual del país y del contexto internacional, y en este sentido como sociedad, tenemos que ser muy conscientes de que este desafío es muy grande independientemente del género y no poner una expectativa exagerada o más exigente, sólo porque es la primera mujer.
Personalmente deseo que Claudia Sheinbaum tenga mucho éxito, porque eso significará que le vaya bien a nuestro país, y por supuesto, que esta brecha que está abriendo sirva a muchas mujeres y hombres para ser una mejor sociedad.