No conforme con tener el emporio de telecomunicaciones más grande del país, don Carlos Slim Helú a sus 83 años sigue con ganas de ampliar su imperio ahora apostando por el sector petrolero.
Y es que al rey Midas mexicano no le pesa abrir la cartera para comprar activos, basta recordar que ya pagó 530 millones de dólares por el 50 por ciento de los campos Ichalkil y Pokoch que pertenecían a la familia Baillères.
Previamente compró el 17.4 por ciento de participación en el mega yacimiento de Zama, por 124.7 millones de dólares. Quienes lo conocen saben que el magnate no da paso sin huarache, y sus compras son estratégicas.
¿Será que Slim ya ve luz al final del túnel tras el tropiezo que representó este sexenio para el sector petrolero?
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Vaya quemón y oso que pasó el expresidente Felipe Calderón, si ese mismo al que todos lo conocemos por su afición al Bacardí.
Y es que el exmandatario replicó en redes sociales supuestas imágenes que mostraban la falta de mantenimiento de la central nuclear de Laguna Verde, en Veracruz, alertando sobre los riesgos salud y a la seguridad de la zona.
Después salió a desmentir esas imágenes y admitió que eran de dudosa procedencia, prometiendo hacer una revisión al presupuesto de la central, cosa que hasta ahora no ha sucedido.
Calderón se puso de a pechito para que López Obrador lo tundiera en ‘La Mañanera´ acusándolo de ridículo, desinformado y de pertenecer a la campaña de desprestigio en contra de su Gobierno.
Moraleja: Felipe, si tomas no tuitees.
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Se acabaron los compadrazgos, no somos como antes”, decía a inicios de su Gobierno el entonces flamante presidente López Obrador sobre el nepotismo que imperaba en sexenios anteriores, pero queda demostrado que ‘por la boca muere el peje’.
Resulta que tras haber sido rechazadas las ternas por el Senado para ocupar las vacantes de comisionados en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), López Obrador aplicó el famoso dedazo para imponer tres comisionados que no cumplen con el perfil señalado en la Ley.
Se trata de Martha Jiménez Oropeza, Baldelamar Hernández Márquez y José Alfonso Solórzano Fraga, quienes no cumplen el requisito de haber desempeñado, durante al menos cinco años, actividades profesionales, académicas o de servicio público relacionadas con el sector.
Estos personajes no saben de petróleo, pero sí saben a quién le deben la chamba y la lealtad. Jiménez Oropeza fue senadora por Tabasco en 2012 y su último puesto fue el de titular de administración y finanzas del Instituto de Salud para el Bienestar.
A su vez, Hernández Márquez fue presidente municipal de Jalpa de Méndez y director del Seguro Popular en el Estado. Políticos tomando decisiones que requieren un perfil altamente especializado. Si AMLO no logra desaparecer a estos organismos con su intento de reforma legal, lo que sí está logrando es degradar su calidad y su nivel, situación que seguramente afectará su eficiencia y será un buen pretexto para justificar su extinción.@Energy21Mx