El robo de gas LP dejará pérdidas por alrededor de 20 mil millones de pesos al término de 2023, estimó Carlos Serrano, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas L.P. (Amexgas).
Reconoció que el número de tomas clandestinas del energético pasó de 7 a 11 por día, lo que significa un crecimiento superior al 30 por ciento.
“El año pasado se estimó un monto alrededor de 15 mil millones de pesos anual. Eso equivale a unas 50 mil toneladas mensuales y eso representa en los estados donde se distribuye más del 20 por ciento de la distribución ilícita y a nivel nacional, que es un mercado grande, alrededor del 8 al 10 por ciento”, compartió en entrevista Serrano.
Nuevamente el directivo destacó lo importante que resulta atacar este problema, siendo el primordial, la afectación hacia Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Gobierno mismo ya que genera incertidumbre y refleja ingobernabilidad.
En otro aspecto, provoca una falta de respeto al Estado de Derecho y una actividad económica de un sector energético muy importante sin hablar del riesgo que conlleva el manejo de un producto como el gas LP.
“Se está poniendo en riesgo la seguridad de las familias, de los hogares, de los centros de trabajo, al permitir que se distribuya un gas robado en condiciones de equipos de reparto de personas que no cumplen con la regulación”, dijo.
En su óptica, es vital que a nivel federal se tomen medidas o implementen estrategias que reduzcan el robo del energético, igual que las que existen para el ‘huachicol’.
“Se ha convertido en un problema muy grande y consideramos que, así como hubo una estrategia muy determinante y muy efectiva en el combate al robo de gasolinas y al combate al robo de diésel, hace falta implementar algo similar en gas LP”, apuntó.
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